El año 2015 está entre los cuatro años más cálidos desde que existe registro en España, una tendencia que continuará en 2016, ya que los tres primeros meses tendrán temperaturas superiores a la media en toda la Península, aunque con numerosas precipitaciones en el noroeste.
Según las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las temperaturas que se esperan para las dos últimas semanas del año irán bajando gradualmente hasta alcanzar valores propios de esta época del año. Sin embargo, el resto del invierno se espera que la tendencia cambie de nuevo y que los niveles vuelvan a situarse por encima de la media.
En este periodo de enero a marzo de 2016 también se espera que aumenten las precipitaciones en el noroeste del país en una media superior a la que correspondería a las mismas fechas en otros años.
En todo caso, la portavoz de la agencia, Ana Casals, ha descartado que está situación sea consecuencia del cambio climático, al ser un evento concreto. «Lo que sí se puede atribuir al cambio climático es que estos acontecimientos sean más extensos o que los años más calurosos estén todos en el siglo XXI», ha explicado durante la presentación de la predicción estacional del invierno, el análisis climático del otoño y el balance hídrico.
Casals ha destacado, por ejemplo, que la ola de calor vivida en el verano de este año ha durado 26 días –entre el 27 de junio y 22 de julio–, cuando, hasta ahora, la mayor ola de calor vivida en España fue en 2003, y tuvo una duración de 16 días «que ya era un periodo excesivamente largo».
2015: 0,8ºC POR ENCIMA DE LA MEDIA
Este es un ejemplo de por qué 2015 es uno de los años más calurosos de la historia, con una temperatura media que supera en 0,8ºC a los valores normales registrados en el periodo de referencia (1981-2010). Así, y a la espera de que se contabilicen las dos últimas semanas, 2015 sólo se ve superado por 2014, 2006 y 2011.
En cuanto a los cuadrantes, el noroeste ha registrado un clima cálido a lo largo del año, mientras que en el resto de España ha llegado a niveles entre ‘muy cálido’ y ‘extremadamente cálido’. Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón, Navarra y el interior de Andalucía son las autonomías que han sufrido anomalías térmicas positivas por valor de 1ºC.
Frente a la ola de calor antes mencionada, el año también ha sufrido un importante episodio de frío, en la primera decena de febrero, que dio lugar a precipitaciones y nieve en el norte peninsular que, incluso llegaron a alcanzar la costa y supuso heladas fuertes en las zonas altas.
UN AÑO UN 20% MÁS SECO
La AEMET destaca que, en general, 2015 ha sido bastante seco, concretamente un 20 por ciento menos que el valor normal. Así, si la media del año se sitúa en 600mm, los valores de este año no superan los 450mm, según ha indicado el portavoz, Antonio Maestre.
Los valores normales en este aspecto sólo se han superado en el sureste de Andalucía, en una franja que se extiende desde el este de Asturias hasta el sureste de Castilla-La Mancha y hasta el sur de la provincia de Valencia, y que incluye a Cantabria, País Vasco, nordeste de Castilla y León, Navarra, La Rioja, centro y sur de Aragón, y el norte de la Comunidad Valenciana.
«En el resto de España ha sido un año más seco de lo normal, destacando la vertiente Atlántica y de Cataluña, en donde las precipitaciones acumuladas en lo que llevamos de año se sitúan por debajo del 75 por ciento del valor normal», ha declarado el portavoz.
En este sentido, Maestre ha explicado que las temperaturas por encima de la media vividas en diciembre suelen ser más habituales cuando también se da una media elevada de precipitaciones. Así que lo que ha llamado la atención de los expertos de este otoño es que además de cálido sea seco.
OTOÑO CÁLIDO Y SECO
En líneas generales, la AEMET ha destacado que el trimestre otoñal (septiembre-noviembre) ha tenido una temperatura media de 16,2ºC, un valor que supera en 0,4ºC la media de esta estación. Es el decimotercer otoño más caluroso de la seria histórica, iniciada en 1961, y el sexto desde que se inició el siglo XXI.
La agencia explica que, aunque la estación comenzó con temperaturas relativamente bajas en septiembre, a medida que fue avanzando, éstas fueron situándose por encima de la media, especialmente las diurnas de casi todo el mes de noviembre. Las anomalías térmicas fueron de -0,8ºC en septiembre y alcanzaron el 0,5ºC en octubre y 1,5ºC en noviembre.
El valor máximo corresponde al observatorio Lanzarote-Aeropuerto, el día 5 de octubre, con 37,3ºC, mientras que las temperaturas más bajas en las estaciones principales han correspondido al Puerto de Navacerrada (-7,8ºC el 23 de noviembre) y a Molina de Aragón (-7,3ºC el 29 de noviembre).
En cuanto a las precipitaciones, señala que ha tenido una media de 165mm, valor que supone un 18 por ciento menos que la media del trimestre. «En lo que llevamos de siglo se trata del quinto otoño más seco, por detrás de los años 2004, 2007, 2009 y 2013», han concluido.