Berlín, 13 dic (dpa) – El ministro alemán de Transporte, Alexander Dobrindt, planea endurecer las inspecciones de los motores de vehículos de todos los grandes fabricantes de automóviles para evitar fraudes como el admitido por el gigante Volkswagen en motores diésel y a gasolina.
«Se trata de un paquete amplio de medidas que incluirá la publicación detallada de los softwares utilizados en los motores y la creación de bancos de pruebas estatales para controles posteriores», dijo hoy Dobrindt confirmando una información que publicó al respecto el dominical «Bild am Sonntag».
Según el rotativo, todos los grandes productores de automóviles deberán presentar al detalle a las autoridades germanas los softwares que utilicen. Además, los inspectores rotarán de forma regular en sus puestos y se crearán bancos de pruebas para efectuar controles posteriores a la clásica inspección vehicular.
Las propuestas son los primeros resultados de la labor de una comisión de investigación puesta en marcha por el ministro tras estallar el escándalo de Volkswagen.
El gigante automovilístico alemán admitió en septiembre haber manipulado con la ayuda de un software las emisiones de óxido nítrico en más de 11 millones de vehículos diésel en todo el mundo. En Alemania deberán ser llamados a talleres a partir de principios de 2016 unos 2,4 millones de coches.
La organización ambientalista «Bund für Umwelt und Naturschutz Deutschland» (BUND) criticó el anuncio. Jens Hilgenberg, experto de transporte de la agrupación, afirmó que el gobierno alemán no está verdaderamente interesado en esclarecer el escándalo y mejorar la protección de la salud de los ciudadanos.
Hilgenberg sostuvo que Alemania presiona en la Unión Europea para que sean relajados los actuales topes de emisiones de óxido nítrico para coches cero kilómetro en lugar de abogar por una verdadera reforma de las inspecciones.