París, 13 dic (dpa) – París fue escenario este sábado de un hecho histórico: por primera vez casi todos los países del planeta lograron sellar un acuerdo climático vinculante en la conferencia internacional COP21 de la ONU en la capital francesa.
El anuncio del acuerdo por parte del ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, tras dos intensas semanas de negociaciones despertó un largo aplauso de los delegados de países de todo el mundo, que se pararon de sus asientos y se abrazaron.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se refirió a un «éxito monumental para los pueblos del planeta».
La meta central de los 195 países es limitar el calentamiento global causado por los gases de efecto invernadero claramente por debajo de los dos grados centígrados, y de ser posible, incluso a 1,5 grados, tal como solicitan los pequeños estados insulares.
De todas maneras, las metas nacionales del clima seguirán siendo determinadas por cada Estado en particular y hasta ahora los planes presentados no alcanzan para limitar el cambio climático según lo previsto. El acuerdo es el resultado de negociaciones celebradas durante años, así como de numerosas conferencias del clima.
Numerosos defensores del medio ambiente consideraron que el texto del acuerdo es una «fuerte señal» para que se dejen de utilizar combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas. Sin embargo, señalaron que habrían deseado que se hubiera actuado antes y también más compromisos concretos para los diferentes países en particular.
A diferencia del Protocolo de Kyoto, la reducción de los gases de efecto invernadero será a futuro tarea de todos los países y no solamente de los industrializados.
«El texto que tenemos ante nosotros no es perfecto», aseveró la ministra de Medio Ambiente sudafricana, Edna Molewa, que habló en nombre de un grupo de 130 naciones emergentes y en vías de desarrollo, que incluyó a China. «Pero creemos que representa una base sólida, que nos permite mejorar nuestro trabajo con nueva determinación».
Según el plan desarrollado a lo largo de 31 páginas, la emisión de gases de efecto invernadero debe reducirse lo antes posible. En la segunda mitad del siglo el objetivo es que la emisión de gases alcance un nivel que pueda ser compensado a través de mecanismos naturales o artificiales para absorber el carbono de la atmósfera.
«En París hubo desde hace siglos muchas revoluciones. Pero hoy se realizó la más bella y pacífica, la revolución por el cambio climático», dijo el presidente francés, François Hollande, tras la adopción del acuerdo. «Gracias. Que vivan las Naciones Unidas, que viva el planeta, que viva Francia».
También apuntó que el acuerdo no es el final, sino recién el principio. Dijo que propondrá a los países mejorar sus metas climáticas antes de 2020, o sea, antes de lo previsto en el acuerdo. De esta manera, abordó una de las críticas centrales de los científicos, que opinan que se comienza demasiado tarde a intentar corregir las políticas medioambientales.
El comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía, el español Miguel Arias Cañete, dijo que el acuerdo, guiado por Francia solamente semanas después de los ataques terroristas en su capital que dejaron 130 muertos, fue un testamento de la fortaleza de esa nación. «Nos enorgullece a todos de ser europeos», dijo Cañete.
Nicaragua, uno de los pocos países que no envió un plan de reducción nacional de emisiones, se abstuvo del consenso. El negociador del país, Paul Oquist, dijo que el pacto no llegó lo suficientemente lejos en la protección del medio ambiente.
«Hoy la raza humana se unió en una causa común, pero lo que suceda tras esta conferencia es lo que realmente importa», explicó el director de Greenpeace, Kumi Naidoo.
«El acuerdo de París es solamente un paso en un largo camino, y hay partes de él que me frustran y me decepcionan, pero es un progreso», agregó.
El acuerdo será abierto para la firma de países individuales a partir de abril próximo en las oficinas centrales de las Naciones Unidas, pero no entrará en vigencia hasta que se produzca la ratificación de 55 países que sean responsables de al menos 55 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
La ministra alemana de Medio Ambiente, Barbara Hendricks, destacó que a partir de 2020 los países presentarán cada cinco años sus planes para proteger el medio ambiente, «que deben ser lo más ambiciosos posible».
Además cada país deberá reportar sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero, «para que los avances no estén solamente sobre el papel, sino que también se correspondan con la realidad».
Las negociaciones habían sido duras sobre todo en los últimas días, lo que llevó a que la conferencia fuera prolongada en un día, del viernes al sábado.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el sábado por la tarde en Twitter que la aceptación del acuerdo climático es «enorme». «Casi todos los países del mundo firmaron el #ParisAgreement (Acuerdo de París) sobre cambio climático, gracias al liderazgo estadounidense».
Por su parte, el primer ministro británico David Cameron consideró que el acuerdo sobre el clima alcanzado por los delegados de casi 200 países en París representa «un enorme paso adelante» para el planeta.
«Al sellar el acuerdo, las naciones del mundo han mostrado lo que pueden lograr la unidad, la ambición y la perseverancia», apuntó. «Es un momento para recordar y un gran paso adelante para ayudar a asegurar el futuro de nuestro planeta», añadió Cameron.