Wolfsburgo (Alemania), 8 dic (dpa) – Para ganar el decisivo duelo de este martes en Wolfsburgo, en el que se juega su futuro en la Liga de Campeones, el Manchester United necesita algo obvio pero elusivo para los «red devils» esta temporada: goles y una victoria fuera.
El United, tres veces campeón de la máxima competición del fútbol europeo, está a un punto del equipo anfitrión en la tabla de fase de grupos y sólo uno por delante del PSV Eindhoven.
Viajará a Wolfsburgo sabiendo que el empate o la derrota en la última jornada del Grupo B harían que su clasificación a la siguiente ronda dependa del PSV, que recibe en Holanda al CSKA de Moscú.
Si el PSV gana y el United pierde o empata, el equipo inglés estará eliminado. Pero un empate del PSV y una derrota de los «red devils» también dejan al United fuera de la Champions.
El Wolfsburgo va al encuentro mucho más tranquilo: aún si cae derrotado, se clasificará si el PSV pierde o empata ante el Moscú. Un empate o una victoria bastarán para que pasen a la siguiente ronda.
«No noto ninguna presión, me alegro enormemente de que se acerque el partido porque sé que mi equipo lo hará todo para conseguir este logro histórico», dijo el lunes el entrenador, Dieter Hecking.
En el equipo alemán, Julian Draxler asegura que aparcará por 90 minutos su amistad con Bastian Schweinsteiger, del United y con el que ganó el Mundial 2014: «Lo que queremos es clasificarnos; a Bastian le deseo lo mismo, pero lo veo complicado porque queremos ganar el partido».
El Wolfsburgo, patrocinado por el gigante Volkswagen, prometió a sus jugadores siete millones de euros (7,57 millones de dólares) como prima si se clasifican para octavos de final de la Champions League. Sería la primera vez en su historia.
Morgan Schneiderlein, centrocampista del United, considera que el partido es algo más que un encuentro cualquiera: «Tenemos el destino en nuestras manos y sabemos qué hacer para clasificarnos».
Lo que tienen que hacer es marcar goles. No se les está dando bien esta temporada, en la que solo hicieron cinco tantos en cinco encuentros de Champions League y otros 20 en 15 partidos de la Premier League inglesa.
El equipo entrenado por Louis van Gaal solo encontró la meta en cinco de los últimos nueve partidos que disputaron. Esto incluye el empate ante el PSV en la última jornada de la Champions.
El capitán del United, Wayne Rooney, no pudo jugar aquel partido y tampoco estará hoy en el once que se enfrentará al Wolfsburgo debido a una lesión de tobillo.
Los locales esperan que no se rompa la racha de derrotas fuera de casa que padece el United, que no logró ni siquiera empatar en sus dos primeras salidas este año en Champions.
Pese al palmarés del visitante, tricampeón y dos veces finalista del torneo, el arquero local Bas Dost dice estar convencido: «No somos peores que ellos».
Su entrenador, Hecking, lo ve de forma parecida: «Lo mejor es que ganemos, así nos clasificaremos como líderes de grupo».
Por Carsten Lappe y Tobias Brinkmann