Nuremberg/Zirndorf (Alemania), 6 dic (dpa) – Maquillaje, bolsitas de té, latas de cerveza, confites para perros y hasta productos eróticos: son las sorpresas que se esconden hoy en día en los calendarios de adviento, ya que todos los sectores industriales quieren aprovechar del éxito de la cuenta regresiva prenavideña.
Hasta hace diez años, sólo un puñado de empresas producía estos calendarios. Actualmente pareciera que no hay ninguna que no los produzca.
Unos 22 millones se vendieron el año pasado en Alemania, según datos de la compañía de estudios de mercado npdgroup, lo que muestra que ya no es un producto destinado sólo a niños.
«A diferencia de hace diez años, los adultos se regalan mutuamente calendarios de adviento», afirma Solveig Schneide de la asociación de productores de golosinas (BDSI, por sus siglas en alemán).
Los calendarios con chocolate amargo extrafino, con chocolate blanco o con chocolates al licor detrás de las 24 ventanitas van dirigidos al gusto de personas mayores. Este año se nota una tendencia hacia el chocolate proveniente del comercio justo o de producción sostenible.
También los fabricantes de juguetes se benefícian: la venta de unos dos millones de calendarios de adviento en 2013 les dejó aproximadamente 30 millones de euros (31 millones de dólares), de acuerdo a cifras proporcionadas por la asociación alemana de fabricantes de juguetes (DVSI, por sus siglas en alemán).
Playmobil fue la primera compañía en descubrir los calendarios de adviento como negocio hace veinte años, Lego la imitó en 2004. Este año, sólo Playmobil ofrece ya seis calendarios diferentes.
Y no sólo en Alemania se venden bien estos calendarios: la empresa Simba Dickie los está vendiendo en Francia y Gran Bretaña, mientras que Playmobil los vende también en España, los Estados del Benelux, Australia, Mauricio, Hong Kong y Singapur.
«Este negocio se ha expandido internacionalmente, lo que es sorprendente si se tiene en cuenta que no existe una tradición de calendarios de adviento en estos países», comentó un portavoz de Simba Dickie.
Muchos padres prefieren los calendarios con juguetes porque los niños normalmente ingieren dulces y chocolates en cantidad excesiva durante las fiestas navideñas.
«Los calendarios de adviento son probablemente tan populares porque detrás de cada una de las 24 ventanitas se esconde un juguete de alta calidad», opina Anna Ermann, portavoz de Playmobil.
Al mismo tiempo también son más sostenibles, dado que los niños pueden jugar con las sorpresas aún pasada la Navidad, agregó.