El auditorio del Centro Niemeyer acoge la exposición ‘Seda de caballo’, de Manuel Vilariño, Premio Nacional de Fotografía en 2007. El comisario de la muestra, Fernando Castro Flórez, ha sido el encargado de inaugurarla este viernes al no poder acudir el autor, por enfermedad.
La muestra consta de 52 obras, en su mayoría de gran tamaño, más una instalación. Las piezas han sido elaboradas desde 1981 hasta la actualidad e incluyen naturalezas muertas, bodegones y paisajes. Está influenciada, en buena parte, por el diagnóstico de una enfermedad terminal a la mujer de Vilariño.
Precisamente el nombre ‘Seda de caballo’ viene de una figura elaborada con crines, como los que antiguamente se usaban para rellenar los colchones. «Creó esta especie de mundo, que como elaboración del luto era el recuerdo del lugar donde dormía su mujer y el ombligo de los sueños», ha indicado Castro Flórez.
La muerte está presente en buena parte de las imágenes en que Vilariño inmortalizó a animales que el mismo recogió en el bosque en que vive. «Les plantea un espacio funerario a partir del cual plantea la posibilidad de que sigan vivos y tiene una dimensión espiritual, religiosa, mística».
La exposición está producida por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y puede visitarse hasta el 3 de abril en horario de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas de lunes a domingo. El precio es de 2 euros general, 1,5 euros reducida y gratuita los miércoles.
El presidente de la Fundación Centro Niemeyer y viceconsejero de Cultura del Principado, Vicente Domínguez, aseguró que se trata de «una exposición de gran proyección» y ha apostado por «seguir con esta línea ascendente de los contenidos que se programan en este espacio».