Friburgo (Alemania), 1 dic (dpa) – Los fieles de la religión sij, que tradicionalmente llevan turbante, no pueden renunciar por motivos religiosos a ponerse el casco protector cuando vayan en motocicleta, según dispuso un tribunal de la ciudad alemana de Friburgo en un fallo conocido hoy.
Un hombre de la localidad de Constanza había solicitado a las autoridades de tráfico que se le excusara del uso obligatorio del casco cuando va en motocicleta. Adujo que sus costumbres religiosas le impedían quitarse el turbante.
El alemán se convirtió en 2005 a esta religión proveniente de la India. Ya en 2013 solicitó quedar eximido del casco, pero la ciudad de Constanza le denegó el permiso.
Su demanda legal tampoco tuvo éxito. Los jueces consideran que la libertad de culto y de prácticas religiosas no exime de proteger la cabeza como dictan las leyes de tráfico.
Si bien es cierto que los sijs prometen no cortarse nunca el pelo y mantenerlo siempre oculto en un turbante, tal y como hizo el fundador de la religión en el siglo XV, los jueces argumentaron que esta norma no impide a un fiel que proteja su salud cuando quiere montar en moto. El casco no obliga a mostrar ni a cortar el cabello.
Además, los jueces se preguntan si «puede haber respeto al creador y a la creación cuando se antepone un turbante adornado a un casco protector».
El demandante tiene un mes para interponer un recurso.