Hannover/Berlín, 17 nov (dpa) – La amenaza de un atentado terrorista con explosivos llevó hoy a las autoridades alemanas a cancelar en el último momento el partido amistoso de fútbol entre Alemania y Holanda en la ciudad de Hannover.
El ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, aseguró que hubo informaciones de un peligro concreto, pero no quiso dar detalles sobre su naturaleza alegando que eso generaría inseguridad en la población.
Según supo dpa de fuentes de los servicios estatales de seguridad en Berlín, Alemania recibió la advertencia de un servicio secreto extranjero de que islamistas planeaban atentar en el partido, que se iba a disputar cuatro días después de los ataques terroristas que causaron la muerte de 129 personas en París.
El rotativo «Bild» aseguró en su edición electrónica que las autoridades alemanas fueron informadas de que un grupo de norteafricanos conocidos por la policía tenía previsto un ataque con uso de bombas, cinturones explosivos y armas automáticas en las arterias de acceso al estadio.
Posteriormente, el servicio secreto francés llamó la atención sobre un iraquí que al parecer planeaba atacar en el estadio, agregó el diario en su página web.
La cancelación fue resuelta 15 minutos después de que se abrieron los ingresos al estadio. Los pocos espectadores que habían entrado en el recinto fueron evacuados con celeridad.
Comandos de élite de la policía entraron al estadio y la zona fue ampliamente acordonada. También se dio orden a los trenes metropolitanos de no detenerse en ciertas paradas en el centro y se clausuró parcialmente la estación ferroviaria de la ciudad, ubicada en el norte del país.
Las selecciones, que se dirigían en esos momentos en autobús al estadio, fueron alarmadas y retornaron de inmediato a sus hoteles. Según dijo el presidente interino de la Federación Alemana de Fútbol, Reinhard Rauball, los jugadores alemanes emprendieron luego viaje a sus respectivos domicilios.
Los futbolistas del Bayern Múnich abordaron un avión privado hacia la capital de Baviera. También el combinado holandés regresó en avión a su país.
La canciller alemana, Angela Merkel, que tenía previsto asistir al encuentro junto con varios ministros en señal de solidaridad con Francia, se enteró cuando viajaba en avión de Berlín a Hannover junto con De Maizière.
El ministro contó que la decisión de cancelar el cotejo fue tomada «durante el vuelo e inmediatamente después de aterrizar» y dijo que Merkel regresó de inmediato a Berlín.
El titular del Interior del estado de Baja Sajonia, del cual Hannover es capital, Boris Pistorius, informó que no se practicaron detenciones ni se hallaron hasta ahora explosivos.
Pistorius no quiso confirmar rumores que circularon sobre una falsa ambulancia detectada en las cercanías el estadio con material explosivo. Un diario local también mencionó la presunta presencia de un islamista en las afueras del estadio.
«Todos estábamos ansiosos por ver el partido que debía ser un gesto especial» de solidaridad hacia Francia tras los atentados, lamentó el ministro De Maizière. «Por ello es más duro tener que tomar esta decisión. Pero en una situación difícil como ésta tiene prioridad la seguridad de la gente».
«Nunca me imaginé que nuestro equipo tuviera que pasar dos veces en cuatro días por algo tan trágico», expresó por su parte Rauball.
El combinado alemán, actual campeón del mundo, estaba el viernes por la noche en París disputando un amistoso ante Francia cuando se desataron los ataques en la capital francesa.
En las afueras del Stade de France se inmolaron tres terroristas que causaron la muerte de otra persona. Los atacantes habían intentado acceder al estadio sin lograrlo, pero por motivos aún no aclarados, no lo consiguieron.
Los futbolistas germanos tuvieron que pasar la noche en los vestuarios antes de tomar un avión a toda prisa de regreso a Alemania.
Según periodistas televisivos, dos tercios de los jugadores del equipo no querían disputar el partido desde el principio.
La cancelación del evento deportivo se dio pocas horas después de que la policía alemana detuviese cerca de la frontera con Bélgica a siete personas sospechosas de estar relacionadas con los ataques de París.
En concreto creyeron que habían aprehendido a Salah Abdeslam, hermano de uno de los terroristas suicidas de París, pero resultó ser otra persona. Los siete fueron puestos posteriormente en libertad.
Al informar esta tarde de las detenciones, De Maizière advirtió que seguía existiendo un elevado peligro en Alemania y no descartó que los terroristas buscados por Francia pudieran huir por países vecinos.
Por Stefan Voss y María Laura Aráoz (dpa)