El Principado ha comenzado diciembre 2025 con un acto para recordar el aniversario de Asturias Paraíso Natural, la marca turística creada en 1985 que se ha convertido en uno de los grandes símbolos de identidad de la comunidad y en un distintivo estratégico para su proyección exterior.

En una gala con más de 600 asistentes, el presidente Adrián Barbón ha recordado que la marca nació en un momento de enorme complejidad social y económica, pero también de valentía política: “Hace 40 años, el presidente Pedro de Silva y su equipo arriesgaron y ganaron”, ha valorado. “Apostaron por un modelo turístico radicalmente distinto al que estaba de moda entonces, alejado de la masificación y profundamente vinculado al territorio. Supieron encontrar dentro, en Asturias, lo que escaseaba fuera”, ha añadido.
Barbón ha señalado que aquella decisión estratégica se produjo en un contexto especialmente difícil, “en plena reconversión industrial, cuando Asturias parecía atrapada en un túnel sin fin”, y ha agradecido el papel de Arcadi Moradell, diseñador de la imagen de la marca y nombrado este año hijo adoptivo de Asturias.
También ha reconocido la osadía de quienes gobernaban en 1985. “Combinaron inteligencia, luces largas y audacia para sentar las bases del modelo turístico que conocemos hoy”, ha afirmado sobre el presidente Pedro de Silva, el exconsejero Pedro Piñera y el ex director general Tomás Flores.
El jefe del Ejecutivo ha recordado que Asturias alcanzó el año pasado los 2,8 millones de visitantes, una cifra que demuestra la consolidación del turismo como uno de los pilares de la economía asturiana. “Genera empleo, cohesiona el territorio y nos ayuda a financiar el estado del bienestar. Hace tiempo que dejó de ser una actividad complementaria para convertirse en un sólido pilar de desarrollo y competitividad”, ha señalado.
Barbón ha reivindicado en su intervención el éxito de una estrategia compartida: “No ha sido un logro exclusivo del Gobierno del Principado, sino el fruto de una labor común, definida y consensuada con el sector, que ha dado frutos inimaginables hace apenas unos años”.
El acto ha servido para reconocer la trayectoria de personas y entidades que han contribuido de forma decisiva al desarrollo del turismo en las últimas cuatro décadas. En este sentido, la vicepresidenta, Gimena Llamedo, ha anunciado durante el evento unos premios anuales para reconocer el esfuerzo colectivo del sector.
Además del presidente Pedro de Silva y su equipo, también han resultado distinguidas las siguientes personas y entidades.
- Ámbito empresarial: Crivencar–Tierra Astur, por su aportación decisiva a la modernización del sector gastronómico, su alianza estable con casi dos millares de productores rurales y su capacidad para proyectar la identidad culinaria de Asturias.
- Ámbito asociativo: OTEA, por su papel fundamental en la cohesión del sector hostelero y turístico, la profesionalización, la formación y la innovación.
- Recursos turísticos. Descenso del Sella, representado por la Escuela Asturiana de Piragüismo, por inaugurar en Asturias el descenso recreativo en canoa y por su contribución decisiva al turismo activo. El jurado también ha reconocido la proyección internacional del evento, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional.
- Imagen y comunicación. Juanjo Arrojo, por una obra fotográfica que ha acompañado la evolución de la marca turística desde los años ochenta del siglo pasado y ha definido gran parte del imaginario visual de Asturias.
La gala, que ha contado con las actuaciones de Tejedor, las pandereteras Herbamora y Marisa Valle Roso, ha demostrado la vigencia de la marca, uno de los símbolos más reconocibles del Principado.
El evento ha finalizado con el agradecimiento del Gobierno de Asturias a las personas y organizaciones que han contribuido a consolidar un modelo turístico “sostenible, equilibrado y con identidad propia”. “Gracias por habernos dado 40 años de paraíso”, ha expresado Barbón.
