Con la llegada del mes de noviembre son muchas las personas a las que les gusta viajar y conocer o volver a sitios con encanto. Brujas es uno de ellos y ofrece la fusión perfecta para los amantes de la cultura, la fotografía, la gastronomía, y la historia. ¿Buscas un destino que no te dejará indiferente? Viajamos a Bélgica.

Gastronomía local: chocolate, cerveza y cocina flamenca
Brujas es un destino recomendable para quienes disfrutan del turismo gastronómico. La ciudad cuenta con chocolaterías artesanas donde se elaboran bombones con recetas tradicionales, sin enfoque turístico masivo. Algunas permiten ver el proceso de elaboración y ofrecen productos locales con identidad. También es un buen lugar para probar cervezas belgas, especialmente las de abadía y las trapenses, que se sirven en bares históricos con ambiente sereno. En cuanto a la cocina, destacan los estofados flamencos, los mejillones con patatas fritas y los gofres, disponibles en versiones clásicas y contemporáneas.
Canales y ambiente en noviembre
Conocida por su red de canales, Brujas ofrece un casco histórico que se puede recorrer a pie o en barco. En noviembre, el ambiente es más tranquilo que en temporada alta, lo que permite pasear sin aglomeraciones y disfrutar de la arquitectura medieval reflejada en el agua. La ciudad mantiene su actividad cultural y comercial, con museos, mercados y tiendas abiertas. El clima es frío y húmedo, típico del norte de Europa, por lo que conviene llevar ropa de abrigo y paraguas. No es un destino para buscar sol, pero sí para disfrutar de una experiencia serena y bien organizada.
Patrimonio y puntos destacados
Brujas es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. El casco antiguo conserva templos como la Catedral de San Salvador, la Basílica de la Santa Sangre y la Iglesia de Nuestra Señora. El Muelle del Rosario es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad, y el Beaterio ofrece un espacio de calma rodeado de arquitectura tradicional.
La ciudad cuenta con una red de museos que abordan historia, arte y vida cotidiana, sin saturación turística.
Comunicación con Bruselas
Brujas está conectada con Bruselas por tren, con salidas frecuentes desde las principales estaciones de la capital. El trayecto dura aproximadamente una hora y permite combinar ambas ciudades en una misma escapada. Esta conexión facilita tanto las visitas de ida y vuelta como los viajes de varios días. Para quienes viajan desde el extranjero, Bruselas suele ser el punto de entrada más habitual, lo que convierte a Brujas en una opción accesible sin complicaciones logísticas.