¡El Real Oviedo en Primera! Y nada menos que frente al Barcelona. Un partido de máxima exigencia, porque si ambos son equipos de Primera, los dos deben salir a ganar. Insisto: los dos. Para el Barça, no vencer sería un fracaso, pero el Oviedo no puede acomplejarse. Está en Primera y tiene que salir a por los tres puntos.

Y además, cuenta con Cazorla. Y Cazorla es mucho Cazorla. Su presencia lo cambia todo: aporta técnica, visión y carácter. Hoy no hay jugador con mejor técnica que él. Maneja ambos pies con naturalidad, domina los pases cortos y en profundidad, siempre bien posicionado y con mentalidad ganadora. Marca la diferencia.
En Elche se vio claro: su entrada en el minuto 83 dio otro aire al equipo, acercó al Oviedo al área rival y generó ocasiones, como la de Rondón, que estuvo a punto de empatar. Incluso el gol anulado a Forés, por un discutible fuera de juego de Ahijado, nació de esa dinámica que él imprime. Para mí, era gol válido.
Su ambición y capacidad de liderazgo contagian al equipo y a la afición. Basta recordar la semifinal del playoff en Almería o la final frente al Mirandés. Ese golazo de falta directa en el Tartiere no solo fue decisivo, fue la mejor muestra de lo que es: un maestro del fútbol, con mentalidad ganadora y un palmarés que habla por sí solo.
Por eso, mi opinión es clara: Cazorla debe ser titular contra el Barça. El equipo, con él, debe buscar la victoria. Porque el Real Oviedo está en Primera y debe creérselo.
Helio del Busto