Cada año el 1 de octubre China celebra su Fiesta Nacional, una jornada que conmemora la fundación de la República Popular en 1949. Este día marca el inicio de la llamada “Semana Dorada”, un periodo de vacaciones en el que millones de ciudadanos viajan, participan en actividades culturales y disfrutan de un ambiente festivo en todo el país.

En nuestro diario de noticias destacamos que la Fiesta Nacional no es solo una fecha histórica, sino un evento que refleja la fuerza de la cultura china. Durante estos días, las ciudades se visten de rojo con banderas, faroles y decoraciones que llenan calles y plazas, mientras monumentos emblemáticos como la Plaza de Tiananmen en Pekín se convierten en escenarios centrales de las celebraciones.
Actos oficiales y desfiles
El 1 de octubre comienza con una ceremonia solemne de izado de la bandera en Tiananmen, que atrae a miles de asistentes y a millones de espectadores a través de la televisión. En los años con aniversarios significativos, se celebran grandes desfiles militares y exhibiciones que muestran la historia y el desarrollo del país.
Viajes y turismo interno
La “Semana Dorada” es noticia en el mundo porque moviliza a millones de personas. Familias enteras aprovechan para visitar lugares turísticos como la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida o paisajes naturales como las montañas de Zhangjiajie. Esta movilidad masiva genera uno de los mayores picos de turismo interno del planeta.
Gastronomía y tradiciones
Durante la Fiesta Nacional, la gastronomía cobra protagonismo. Platos típicos como los jiaozi (empanadillas), los fideos largos como símbolo de longevidad o los dulces tradicionales acompañan las reuniones familiares y sociales. También se organizan espectáculos de fuegos artificiales y conciertos en plazas públicas.
Un evento con proyección global
El 1 de octubre no solo es un día importante dentro de China. En comunidades chinas de todo el mundo también se organizan actividades conmemorativas, reforzando el vínculo cultural entre la diáspora y su país de origen.
La Fiesta Nacional de China seguirá siendo una de las mayores celebraciones del planeta, uniendo historia, cultura y modernidad. Su impacto turístico y social la convierte en un evento clave de cada inicio de octubre, con una proyección que trasciende fronteras.