El alcalde de Madrid se ha puesto a disposición del delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, para elaborar un dispositivo de seguridad que evite posibles «disturbios» en la etapa final de La Vuelta ciclista a España el próximo domingo, tras las numerosas protestas que se están produciendo durante todo el recorrido contra los ataques del ejército de Israel a la población civil de la Franja de Gaza.

En una entrevista para Onda Madrid recogida por Servimedia el alcalde afirmó que el Ayuntamiento tratará de «evitar por todos los medios» que las protestas «deriven en disturbios» como ocurrió en Bilbao, donde se tuvo que suspender el final de la etapa con motivo de las protestas en la recta final de meta.
El regidor afirmó que respeta las «protestas legítimas» pero que estas nunca deben derivar en «violencia ni poner en peligro la integridad de los equipos». No obstante, sí mostró su sorpresa porque protestaran en Bilbao, algunos de los que no condenaban la violencia de la banda terrorista ETA.
En cualquier caso, Almeida se puso a disposición de la Delegación del Gobierno para ofrecer todos los medios de seguridad municipales que sean necesarios de forma que la competición siga siendo un «orgullo» y una «fiesta» para Madrid como lo ha sido otros años. Añadió que los efectivos de seguridad estarán «prestos y dispuestos para restablecer cualquier conato de disturbio» y pidió diseñar conjuntamente ese dispositivo a lo largo de la semana.
Actualmente, según el alcalde, no se ha mantenido ninguna reunión para este dispositivo pero la «experiencia sobrada» en el diseño de este tipo de contingentes y la buena dinámica a nivel técnico que mantienen ambas instituciones permitirá hacerlo en los próximos días.
Si bien la relación técnica es buena, la personal entre el delegado y el alcalde está rota desde marzo. El último encontronazo llegó ayer a raíz de que la Presidencia del Pleno del Ayuntamiento no invitara al delegado del Gobierno al Debate sobre el estado de la ciudad.
Almeida justificó esa invitación con que el año pasado la Presidencia cursó esa invitación y el delegado aprovechó el turno de réplica de Almeida a los grupos municipales para hacer una intervención en paralelo en la que no solo criticó su gestión, lo cuál es lícito a juicio de Almeida, sino que dijo, en su condición de delegado, que el PSOE era la única alternativa de Gobierno viable en Madrid, lo que supone una «falta de respeto al resto de los grupos municipales».