El pasado domingo los aficionados que acudieron al Gómez Lozana a ver el encuentro disputado entre CD Aboño y CD Montevil presenciaron un partido de los que realmente hacen afición y de los que también hacen disfrutar a todas las personas a las que les gusté el fútbol.
Cierto es que el terreno de juego no estaba en buenas condiciones, pero eso no fue un impedimento para que los jugadores de José Paz desplegarán un fútbol vistoso, creativo por momentos y con bastantes oportunidades tanto durante el primer tiempo, como en el segundo tiempo; en la segunda parte el campo «pesaba» para ambos equipos; pero CD Aboño no se conformó con los dos goles que se había llevado de ventaja al descanso, y siguió creando, luchando, tranzando jugadas, combinando y dándolo todo sobre el terreno de juego.
Entrada bien pagada para todos los que pasaron por taquilla.
Derroche físico y actitud
El derroche físico y la actitud fue la clave de la victoria de CD Aboño, con Vitel como referente y con un equipo que siempre dio la cara y que lo dejó todo sobre el césped. Los últimos minutos del primer tiempo fueron una oda a lo que es el mal llamado «fútbol de barro», cualquier aficionado neutral o amante del fútbol reconocería que lo que se vio y se vivió en el Gómez Lozana fue fútbol de currantes, con garra e ilusión.
CD Aboño sabía lo que se jugaba, y supo neutralizar a su rival, también supo aprovechar las oportunidades y en el fútbol no vale «el casi»; los de José Paz apostaron por gol y por el fútbol total. 4 a 0 y tres puntos que han dejado un buen sabor de boca en la afición, pues todos los jugadores que disputaron el partido se dejaron la piel en el Gómez Lozana.