Berchtesgaden (Alemania), 18 oct (dpa) – En la idílica zona de Obersalzberg, cerca de Berchtesgaden, en el sudeste de Baviera, se esconde un sombrío pasado: aquí Adolf Hitler recibía a sus invitados y en parte realizaba las gestiones del Gobierno.
Desde hace un cuarto de siglo, el Centro de Documentación de Obersalzberg investiga esos hechos. Con ocasión de estos 25 años, se inaugurará allí el 20 de octubre con invitados una exposición especial sobre la historia del Centro, que a partir del día siguiente será accesible al público general.
Hitler pasó aproximadamente un cuarto de su gestión en esta estación de montaña. A cinco minutos del Centro de Documentación, tomaba decisiones importantes, planeaba guerra y genocidio. Al mismo tiempo, aquí se escenificaron imágenes propagandísticas, que lo mostraban como líder cercano al pueblo.
«Idilio y crimen» es el título de la ampliada exposición permanente, que se reinauguró hace un año tras seis años de obras. Desde entonces, la visitaron unas 220.000 personas. El Instituto de Historia Contemporánea (IfZ) desarrolló el concepto de la exposición con alrededor de 350 piezas y elementos multimedia.
El centro de documentación original estaba concebido para entre 30.000 y 40.000 visitantes, pero finalmente llegaron anualmente una media de unos 170.000 visitantes tanto de Alemania como del exterior, entre ellos también alumnos de escuela. En los momentos más concurridos fueron casi 1.500 visitantes diarios. Por eso, en 2012 se decidió la ampliación.
La nueva muestra está llena de contrastes: el mundo supuestamente sano de la residencia en la montaña que se veía hacia afuera, y la persecución, el sufrimiento y la muerte por el otro. Las imágenes muestran a Hitler tomando café con otras personas en un entorno maravilloso. En realidad estaban planeando invadir Polonia.
En el centro de la exposición se describen sobre todo una serie de lugares emblemáticos del horror nazi: el castillo de Hartheim con asesinatos de personas discapacitadas, Leningrado, la ciudad lituana de Kaunas con sus ejecuciones masivas, Varsovia, Treblinka y Auschwitz. Los crímenes perpetrados allí fueron planeados en Obersalzberg. La muestra también cuenta historias individuales del horror.
Según los curadores, genera especial fascinación el búnker en Obersalzberg. Una galería de unos 6,5 kilómetros entra en la montaña. Unos 500 metros son parte de la exposición.
Obersalzberg atrae también una y otra vez a extremistas de derecha. También eso se ve en la muestra: velas con esvásticas se colocan, por ejemplo, para el cumpleaños de Hitler. Tras el fin de la guerra, esta estación de montaña fue destruida con explosivos.