El secretario general de CCOO, Unai Sordo defendió la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y explicó que servirá no solo para mejorar la vida de los trabajadores, sino para hacer más competitivas las empresas. “No podemos hacer la legislación española pensando en los bares, con todo el respeto, que me gustan mucho”, ironizó.
Sordo se expresó en estos términos durante un encuentro informativo organizado por el Club Siglo XXI, donde comentó que si se habla del objetivo de que se incremente el tamaño de las empresas, no hay que “intentar poner siempre la norma para el último de Filipinas”, con “todo el respeto” a las pequeñas compañías.
Además, sobre la negociación abierta desde primeros de 2024 por el Ministerio de Trabajo y Economía Social con sindicatos y patronal, Sordo se mostró “bastante escéptico” acerca de las posibilidades de acuerdo con CEOE porque no cree que la parte empresarial “esté por la labor de pactar” la rebaja del tiempo de trabajo.
En este sentido, destacó que los representantes de la patronal terminan todas las reuniones “diciendo que la jornada laboral es una competencia exclusiva de la negociación colectiva”. Si se mantiene esa postura, el líder de CCOO se preguntó: “¿Para qué estamos aquí?”.
Asimismo, aventuró que la rebaja del tiempo de trabajo contribuirá a mejorar la productividad en el futuro, porque se fortalecerán proyectos empresariales que prosperan sin caer en la “devaluación” salarial y de otras condiciones de trabajo. Igualmente, recordó que con las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) se alertaba de que se destruiría empleo, y los datos han probado que no era así.
Precisamente, sobre la revalorización de este indicador de cara a 2025, Sordo dijo que se tiene que fijar una posición conjunta con UGT, pero volvió a deslizar que su sindicato planteará un alza en el entorno del 5%, que es lo que han crecido los sueldos de media en el segundo trimestre de este año y el objetivo debe ser que el SMI no se descuelgue del 60% del salario medio.
INCAPACIDAD TEMPORAL
Preguntado por la propuesta del Ministerio de Seguridad Social para reformar las incapacidades temporales (IT) para que se pueda habilitar el derecho a un regreso progresivo a la actividad profesional desde el momento de la “curación”, Sordo afirmó que la iniciativa del Ministerio tiene que ver con las tasas de absentismo que hay en España.
Pero advirtió de que no va a “tolerar que se vincule el incremento en gasto en las IT a una generalización del fraude” por parte de los trabajadores. Con todo, aclaró que sí “hay que ver qué está pasando”, aunque apuntó a causas como el incremento de la población ocupada y el repunte de la edad media, además de un deterioro de la Atención Primaria.
VIVIENDA
En otro orden de cosas, el secretario general de CCOO hizo alusión a la manifestación celebrada este domingo en Madrid para protestar contra el problema del precio de la vivienda y sentenció que afecta a toda la economía, porque el » montón de rentas que se detraen » de las familias «son recursos que no se dedican» a otros fines, pues tienen que pagar «auténticos dinerales».
Con todo, precisó que no es un problema específico de España, sino europeo, que va a requerir de acciones diversas y con un importante coste”, ya que “no hay milagros”. “Requiere de medidas y soluciones a corto, medio y largo plazo”, apuntaló.
Asimismo, cargó contra las deducciones fiscales aprobadas en el pasado para la compra de vivienda, que contribuyeron a alimentar la “burbuja” y los precios y manifestó que “si se quiere salir de un agujero conviene no horadar en él”.
PARADOJA
En su intervención, Sordo señaló que desde hace 14 años “estamos atravesando una paradoja”, porque “se han visualizado de forma evidente, clarísima y empírica” que con dos respuestas diferentes a dos crisis, los resultados “han sido diametralmente opuestos”. Criticó, en este sentido, las políticas de ajuste adoptadas en la crisis de 2008, contraponiéndolas a las medidas expansivas y de apoyo durante la pandemia.
Pese a ello, el máximo representante de CCOO se mostró “preocupado” y “perplejo” por el hecho de que en un contexto así se esté dando un caldo de cultivo tan peligroso para la “expansión” de los discursos de la ultraderecha. A su juicio, la respuesta que se dio a la crisis de 2008 fue una “intensísima devaluación salarial” y unos “recortes” que provocaron un “deterioro importante de los servicios públicos”.
Al hilo, hizo alusión de forma implícita a la opinión del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, acerca de que deberían cobrar los trabajadores el salario bruto y ser ellos quienes luego paguen las cotizaciones para ser más conscientes de los impuestos que gravan el empleo. Para Sordo, “puede parecer una broma”, pero de fondo alimenta un “cuestionamiento” del sistema.
Además, puso en valor que, a pesar de un contexto marcado por la pandemia, se pactó una reforma laboral entre sindicatos, patronal y Ministerio de Trabajo que logró reducir a la mitad el “mal endémico” de la excesiva temporalidad en el mercado de trabajo español.
NO ES NEOLIBERAL
Por otra parte, instó a ser más conscientes de lo positivo y negativo que aporta la transición ecológica, lamentando todo lo que España dejó de invertir en el pasado en esta materia. “No dejábamos de ser periferia europea, con un nivel de industrialización medio”, remarcó Sordo, quien sostuvo que en el país se pensó que para “competir” había que hacerlo solo desde el sector servicios y desde el “bajo coste”.
Al respecto, aunque dijo que hay puntos “mejorables y con “riesgos”, destacó que el modelo laboral español “no es neoliberal”, al igual que sigue teniendo fuerza el sistema sanitario o el educativo. Llamó a no “despreciar” lo existente, porque “si nada vale para nada”, se abona el terreno para discursos que claman contra el pago de impuestos.
La presentación de Sordo corrió a cargo del escritor e histórico sindicalista y político Nicolás Sartorius, quien elogió la figura del actual líder de CCOO y agradeció el mayor protagonismo que bajo su mandato están adquiriendo las mujeres en la organización. Asimismo, alertó del auge de la “ultraderecha” tanto en España como en Europa y resaltó la importancia de los sindicatos para hacer frente a estos discursos.
Al acto asistieron personalidades como la ministra de Infancia y Juventud, Sira Rego, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.