Los incendios forestales calcinaron 17.589,64 hectáreas en España durante los cinco primeros meses de 2024, lo que supone un 33% menos en relación a la media del último decenio.
Así se desprende de datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Esos datos, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que la media de superficie calcinada entre enero y mayo del último decenio es de 26.169 hectáreas. Los mejores años fueron 2016 (4.058,61 hectáreas), 2018 (9.418,90) y 2020 (16.813,92), y los peores, 2023 (58.658,42), 2017 (45.369,00) y 2019 (39.645,48).
Durante los cinco primeros meses del año se registraron 2.246 siniestros forestales, de los que 835 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 1.411 conatos (con menos de una hectárea quemada).
De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,063% del territorio nacional, un total de 2.710,21 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 12.124,98 hectáreas de matorral y monte abierto, y 2.754,45 de superficie arbolada.
ZONAS GEOGRÁFICAS
Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 46,13% de los incendios y conatos forestales, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre el área mediterránea, con un 30,37%; las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 23,24%, y Canarias, con un 0,27%.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 80,77% pertenece al noroeste; un 11,39% al área mediterránea, y un 7,84% a las comunidades interiores.
La mayor cantidad de superficie arbolada calcinada por las llamas se produjo también en el noroeste (73,31%), por delante de las comunidades interiores (19,23%) y la cornisa mediterránea (7,46%).