El Principado de Asturias dedicará 1,22 millones a la mejora del saneamiento de la parroquia de Llaviana, en Gozón. Las obras beneficiarán a 120 vecinos y tendrán un plazo de ejecución de 18 meses.
La Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico invertirá 1.220.599 euros en la mejora del saneamiento de la parroquia rural de Llaviana, en el municipio de Gozón. La actuación, que beneficiará a 120 habitantes, cuenta con un plazo de ejecución de 18 meses y saldrá a licitación pública en las próximas semanas, con la previsión de que las obras se adjudiquen en el último trimestre del año.
La consejera ha presentado el proyecto en el Ayuntamiento de Gozón, acompañada por el alcalde, Jorge Suárez, y la directora general del Agua, Vanesa Mateo.
La intervención incluye las obras de conexión de la red de saneamiento de varias viviendas de la parroquia de Llaviana y del Campo del Ferrero con la red general del concejo, que finaliza en la depuradora de Maqua. Para ello, se prevé la construcción de tres colectores principales y cinco secundarios que terminan en un pozo de bombeo equipado con dos bombas. Desde esta última infraestructura, se impulsarán las aguas residuales hasta conectar con la red de saneamiento existente a la altura de la intersección de la carretera GO-14 con el camino de acceso a la iglesia, mediante una tubería de 700 metros de longitud.
También entrarán en servicio 80 pozos de registro y de 35 acometidas, al tiempo que se repondrá todo el pavimento afectado por las obras.
Plan sanitario de aguas del concejo
Durante la visita a Luanco/Lluanco, la consejera ha anunciado que su departamento destinará 16.201 euros a un contrato de consultoría y asistencia técnica para apoyar al consistorio en la elaboración de un Plan Sanitario del Agua (PSA).
Este documento es un requisito establecido en el Real Decreto 3/2023, que regula los criterios técnicos-sanitarios de la calidad, consumo, control y suministro de agua. Dado que la normativa de ámbito estatal considera el agua como un alimento, los municipios deben revisar todas las infraestructuras para garantizar que llegue en las condiciones óptimas para el consumo humano.
El plan persigue identificar los riesgos desde el recurso hídrico hasta el punto de entrega del agua para el consumo humano, establecer potenciales riesgos y plantear medidas correctoras para mitigar posibles incidencias en el suministro.