Berlín, 8 may (dpa) – El Borussia Dortmund se ubica tan solo quinto en la Bundesliga, a 24 puntos del campeón Bayer Leverkusen, y sin embargo avanzó por tercera vez a una final de la Liga de Campeones tras vencer por 2-0 en el global de la eliminatoria conta el Paris Saint-Germain (PSG).
La victoria sellada el martes en la vuelta disputada en el Parque de los Príncipes, gracias a un gol agónico de cabeza del alemán Mats Hummels, desafió las predicciones de la mayoría de los expertos, aunque no sorprendió al entrenador del equipo germano.
«La creencia de que podíamos llegar a la final ya existía desde el principio», declaró Edin Terzic. «Hablamos de ello por primera vez antes del partido de ida en Eindhoven (en octavos de final). Parecían un poco desconcertadas cuando dije que el camino a Londres es corto», agregó.
A nadie se le escapó la ironía de que el Dortmund, campeón en 1997, llegara a la final después de haber vendido en las últimas temporadas a sus principales estrellas, Erling Haaland y Jude Bellingham.
El hecho de haber superado el grupo más difícil, con el PSG, el Milan (siete veces campeón) y el Newcastle United (financiado por Arabia Saudí), y de haber derrotado a un peso pesado como el Atlético Madrid en cuartos de final, resume el camino recorrido.
Es especialmente destacable si se tiene en cuenta que tuvieron que enfrentarse de nuevo al campeón francés, después de haber perdido 2-0 en el primer partido del grupo en París.
«Hemos crecido con cada partido. En algún momento ganamos al Milan, que el año pasado estaba en semifinales. Y cuando eliminas a un semifinalista, piensas en que puede darse», añadió Terzic.
«Queríamos ser el equipo que la gente no tiene necesariamente en su radar. El viaje ha sido increíble», comentó.
El Dortmund es el equipo europeo con mayor promedio de asistencia de público por partido, pero sigue estando fuera del grupo de cabeza de los equipos europeos, por lo que ha tenido que convertirse en un club vendedor.
La temporada pasada perdió el título de la Bundesliga a manos del Bayern Múnich prácticamente en el último suspiro, pero Terzic logró superar esa decepción y realizar casi un milagro aunque su rendimiento en la liga alemana se resintiera.
La situación en la liga alemana llegó a ser tan mala que, a mediados de temporada, se rumoreó que el técnico, que no ha dirigido a ningún otro equipo, podría ser despedido. Los resultados de la Liga de Campeones lo salvaron, y los asistentes Nuri Sahin y Sven Bender se incorporaron para ayudar al técnico, de 41 años.
La obra maestra táctica contra el PSG, que pateó cinco veces contra el poste, fue el fruto de sus esfuerzos, sumado a una pizca de suerte.
El central Nico Schlotterbeck, muchas veces criticado en los medios esta temporada, fue una roca junto al siempre confiable Hummels, mientras que el cedido Jadon Sancho volvió a demostrar cuánto le echan de menos los aficionados del Manchester United, club desde el que fue cedido en enero.
La última final de la Liga de Campeones del Dortmund fue también en el famoso estadio londinense, donde perdió en 2013 en los últimos minutos ante su eterno rival alemán, el Bayern Múnich. Hummels jugó aquel día, antes de marcharse más tarde al Bayern y regresar al Dortmund donde piensa finalizar su carrera profesional.
El jugador, de 35 años, está sopesando si seguir jugando la próxima temporada, pero ahora tiene un partido enorme que podría suponer un digno final para la carrera del campeón del mundo en 2014.
«Todos los entrenamientos y los dos partidos restantes en la Bundesliga están ahora enfocados en el 1 de junio. Son partidos de preparación para Wembley. Queremos ensayar muchas cosas», explicó el defensa central.
Por Mark Meadows (dpa)