Durante el pasado año Europa vivió días de estrés térmico extremo y además se registraron récords de calor en los océanos. A esto también hay que sumar las inundaciones generalizadas, olas de calor severas, un deshielo excepcional en los Alpes y caudales históricos en varias de las principales cuencas fluviales.
Así lo se recoge en el informe «Estado del clima en Europa 2023», elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) -agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua- y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S).
Este informe, que es el tercero de una serie anual, fue difundido coincidiendo con el Día Internacional de la Madre Tierra.
Los impactos del cambio climático siguieron ocurriendo en toda Europa durante 2023, con “millones de personas afectadas por fenómenos meteorológicos extremos”, según el informe.
«En 2023, Europa fue testigo del mayor incendio forestal jamás registrado, uno de los años más húmedos, graves olas de calor marinas e inundaciones devastadoras generalizadas. Las temperaturas siguen aumentando, lo que hace que nuestros datos sean cada vez más vitales para prepararse para los impactos del cambio climático», según Carlos Buontempo, director del C3S.
ESTRÉS POR CALOR
Respecto a las temperaturas, el año pasado fue el más cálido o el segundo más caluroso jamás registrado, según el conjunto de datos. Estuvieron por encima de la media durante 11 meses y septiembre batió el récord histórico de calor.
Particularmente, la temperatura media de la superficie del mar en Europa fue la más alta nunca registrada.
Además, Europa es el continente que se calienta más rápido, con temperaturas que aumentan alrededor del doble de la tasa media mundial. Los tres años más cálidos registrados en el continente se produjeron desde 2020 y los 10 más calurosos, desde 2007.
En 2023 se registró un número récord de días con ’estrés térmico extremo’, una medida de cómo responde el cuerpo humano al impacto de las altas temperaturas combinado con otros factores, como la humedad y la velocidad del viento.
La exposición prolongada al estrés por calor puede empeorar las condiciones de salud y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor, como el agotamiento por calor y la insolación, particularmente entre las poblaciones vulnerables.
En los últimos 20 años, la mortalidad relacionada con el calor ha aumentado alrededor de un 30%, y se cree que las muertes relacionadas con el calor han subido en el 94% de las regiones europeas controladas.
Además, el año pasado murieron 63 personas por tormentas, 44 por inundaciones y 44 por incendios forestales. Las pérdidas económicas relacionadas con el tiempo y el clima ascendieron a más de 13.400 millones de euros.
«La crisis climática es el mayor desafío de nuestra generación. El costo de la acción climática puede parecer alto, pero el coste de la inacción es mucho mayor. Como muestra este informe, necesitamos aprovechar la ciencia para proporcionar soluciones por el bien de la sociedad», indicó Celeste Saulo, secretaria general de la OMM.
LLUVIAS
Por otro lado, el año pasado llovió un 7% más de lo normal en el continente europeo. Los caudales de los ríos fueron los más altos jamás registrados en diciembre y resultaron excepcionalmente altos en casi una cuarta parte de ellos.
El año registró hubo un récord de generación real de electricidad con energías renovables en Europa, que abarcó un 43% del total. El potencial de generación de energía hidroeléctrica se situó por encima de la media en gran parte de Europa por las lluvias y el caudal de los ríos.
Por último, los Alpes experimentaron una pérdida excepcional de hielo glaciar en 2023, relacionada con una acumulación de nieve invernal por debajo de la media y un fuerte derretimiento en verano debido a las olas de calor.