La medicina de precisión y los nuevos medicamentos exigen la modernización de los procesos de evaluación y financiación que incluya la perspectiva social, según concluyeron los expertos este jueves en la jornada ‘La regulación económica de la industria farmacéutica. Situación actual y perspectivas de futuro en España’, organizada por Funcas y Farmaindustria en Madrid y a la que asistió la ministra de Sanidad, Mónica García.
En el acto se puso de manifiesto que el impacto de los nuevos fármacos va a ser aún mayor con los avances que se están produciendo en la ciencia biomédica y su traducción en nuevas terapias y nuevos mecanismos de acción que conducen a la medicina de precisión y a un nuevo paradigma en el tratamiento de la enfermedad.
De hecho, los especialistas señalaron que estos nuevos tratamientos han venido para revolucionar la forma en la que hasta ahora estaban siendo tratados los pacientes y deben implicar también una revolución en la forma de medir su valor.
En este sentido, el presidente de Farmaindustria, Jesús Ponce, aseguró que “la regulación farmacéutica debe facilitar que la innovación biomédica esté disponible para todos los pacientes y que se construya en base a un fin último: servir a la sociedad”.
A esto añadió que se debe “garantizar que la propuesta de revisión de la legislación farmacéutica y de propiedad industrial satisface las necesidades de los pacientes, sistemas sanitarios y Estados miembros sin menoscabar el actual ecosistema de innovación en Europa, mejorando al mismo tiempo la competitividad perdida de nuestra región frente a terceros países en las dos últimas décadas”, refiriéndose al contexto europeo.
INDUSTRIA FARMACÉUTICA ROBUSTA
Bajando al terreno nacional, Ponce se refirió a los reales decretos de evaluación de tecnologías sanitarias y de precio y financiación que se anunciaron por distintas autoridades del Ministerio de Sanidad, los cuales “deben contribuir a establecer un sistema regulatorio de la industria farmacéutica robusto, objetivo, participativo, transparente y moderno”.
“Queremos trabajar con la Administración, con el sistema sanitario y la comunidad científica y con el conjunto de la sociedad para poner al medicamento en el lugar que le corresponde y definir la estrategia adecuada para que España cuente con el tejido productivo e investigador que se merece”, añadió.
Del mismo modo, Ponce subrayó que la industria farmacéutica es uno de los principales sectores responsables de esta generación de valor sanitario, económico y social, “aportando innovación, empleo de calidad y competitividad a las economías desarrolladas”.
Otra de las conclusiones del encuentro fue la necesidad de separar el proceso de evaluación de los nuevos medicamentos de la decisión de financiación y garantizar la necesaria transparencia en procedimientos, sobre todo en materia de precio y financiación.
SISTEMA DE PRECIOS
Asimismo, se planteó una necesaria reforma del sistema de precios de referencia, como vía para no desincentivar la innovación de valor terapéutico añadido y mejorar, de paso, la situación de muchos medicamentos considerados estratégicos.
La nueva regulación farmacéutica deberá también aprovechar el potencial del uso de los datos en vida real y, en general, de las oportunidades que ofrece la digitalización y la inteligencia artificial, como apuntó el director del departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez.
Por su parte, la ministra de Sanidad fue la encargada de clausurar el encuentro y recordó que la regulación de la industria farmacéutica y del medicamento es “uno de los asuntos más trascendentales para el futuro de España y de Europa” y que el Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica es una de la prioridad para el Gobierno.
“España es un actor fundamental en ensayos clínicos en el contexto internacional y una de las razones que lo explican es que nuestro sistema sanitario es capilar y descentralizado. Esto, lejos de ser una debilidad, es una fortaleza, y necesitamos potenciar sinergias entre nuestro sistema sanitario, sus profesionales, investigadores y centros e industria farmacéutica, para facilitar la consecución de proyectos innovadores”, añadió Mónica García.
Por ello, “hay que tener conciencia del papel que deben jugar los pacientes en todo el proceso, que son quienes permiten esta innovación se desarrolle”, a lo que apostilló que “sólo a través de la colaboración estrecha entre todos los agentes, con una visión clara y proactiva, podremos superar los desafíos presentes”.