Múnich, 22 abr (dpa) – La recesión que afecta a Alemania se ha frenado, pero por el momento no se vislumbra un repunte económico, de acuerdo con un informe de la empresa auditora Deloitte conocido hoy.
Deloitte encuestó a 199 directores financieros entre finales de marzo y principios de abril. En general, valoran sus perspectivas empresariales como mejores, aunque con grandes diferencias entre sectores.
A pesar del aumento previsto del volumen de negocios, las empresas prevén un estancamiento de los márgenes de beneficio y no tienen previsto aumentar las inversiones ni el empleo, comenta el estudio.
Las industrias orientadas al mercado interior, como el sector inmobiliario y el comercio minorista, «vuelven a ver su evolución más positiva tras un largo periodo de desaceleración», afirmó el economista jefe de Deloitte, Alexander Börsch, en referencia a la caída de la inflación y los recortes previstos de los tipos de interés.
Los proveedores de servicios encuestados prevén invertir más que antes y aumentar su plantilla. «Los sectores tecnológico y logístico, en particular, quieren contratar nuevos empleados».
Los directivos encuestados de la industria química también se mostraron de forma inesperada positivos sobre sus perspectivas de negocio.
Sin embargo, en la industria orientada a la exportación en su conjunto las expectativas son significativamente peores. Uno de los motivos son los riesgos geopolíticos, difíciles de predecir.
«En consecuencia, las estrategias empresariales siguen siendo defensivas por término medio, y es probable que el empleo y las inversiones se estanquen», afirma Börsch.
La industria automovilística se sitúa a la cola: casi dos tercios de los encuestados ven peores perspectivas de negocio en este sector. «Más de la mitad de los encuestados quiere invertir menos y el 77 por ciento quiere reducir el número de empleados», afirma Börsch.
Los directores financieros consultados citaron la debilidad de la demanda interna como el riesgo más importante para los próximos doce meses, seguido de la escasez de mano de obra cualificada y el aumento de los costes salariales.
Para las grandes empresas y los exportadores, los riesgos geopolíticos encabezan la lista. La inflación también sigue siendo motivo de preocupación. Los directores financieros prevén un aumento medio de los precios del 3,1 por ciento en los próximos doce meses.