Berlín, 15 sep (dpa) – Los euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD) anunciaron hoy una campaña contra la proyectada unión bancaria en la eurozona tras conseguir el ingreso en tres Parlamentos regionales.
«Vamos a poner en el tapete este tema de forma masiva. Hay que decírselo a la gente», declaró el presidente de la agrupación, el catedrático de economía y eurodiputado Bernd Lucke. El líder eurocrítico calificó la unión bancaria de «amenazante para los ahorristas alemanes».
«La unión bancaria será financiada al final por los clientes de los bancos», advirtió, y recordó que la deuda de los bancos «es tres veces mayor que la deuda soberana».
«Los tests de estrés siguen sin ser publicados y nadie sabe por qué», dijo Lucke sobre las pruebas de resistencia a las principales instituciones crediticias europeas que deberán ser dadas a conocer antes de que el Banco Central Europeo asuma sus funciones de supervisor único el 4 de noviembre.
Los euroescépticos festejaron el domingo el ingreso a dos Parlamentos regionales y ahora están presentes en tres estados del este del país. La AfD alcanzó en su primera participación electoral un 12,2 por ciento en Brandeburgo, un tradicional bastión del Partido Socialdemócrata, y un 10,6 por ciento en Turingia, donde la Unión Demócrata Cristiana de Merkel gobierna desde 1990.
Dos semanas antes, los eurocríticos celebraron en Sajonia el primer desembarco en un hemiciclo alemán, con un 10,1 por ciento. El año pasado, la AfD quedó a un paso de entrar en el Parlamento federal y en mayo consiguió la representación en la Eurocámara con un siete por ciento de los votos.
Su meteórico ascenso ha generado creciente nerviosismo entre los partidos tradicionales alemanes, que perdieron votos en mayor o menor medida en favor de esta nueva formación y buscan respuestas al fenómeno.
El eurodiputado destacó el hecho de que su partido recabó votos entre electores de los partidos tradicionales sin distinción entre derecha o izquierda. «Esta postura de derecha o izquierda no encaja con la AfD. Nos dirigimos a todos los estratos de la sociedad y a todo el espectro político. Somos un pequeño partido popular».
Lucke negó que el éxito de su formación se sustentase en el voto protesta. «Nos eligen por los contenidos. Un 73 por ciento (en los comicios del domingo) dijeron que nos habían votado por el contenido, lo que implica que sólo una cuarta parte de nuestros electores nos votó a modo de protesta». «El problema es que los partidos tradicionales ya no se atreven a llamar a las cosas por su nombre. Nos han votado porque abrimos la boca», fue la explicación de Alexander Gauland, principal candidato del partido en Brandeburgo.
Bajo el lema «Los bancos necesitan límites. Frenen la unión bancaria», el partido nacido del rechazo a los rescates europeos lanzará una campaña con la que busca arraigarse también en el oeste del país, donde el año próximo se renuevan dos Parlamentos regionales, en las ciudades estado de Hamburgo (febrero) y Bremen (mayo).
Las Uniones Demócrata y Socialcristianas de la canciller Angela Merkel han tratado de ignorar a la agrupación que reúne a muchos conservadores desencantados y que enarbola conceptos que defendían los democristianos hace 20 años como el freno a la inmigración y la defensa de la familia tradicional.