Berlín, 7 dic (dpa) – La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, espera que en la Conferencia Mundial sobre el Clima de Dubái (COP28) se decida eliminar el uso de los combustibles fósiles, dijo hoy antes de partir hacia Emiratos Árabes Unidos.
«Lucharemos duro por ello en Dubái, y ajustaremos hasta el más pequeño tornillo en las negociaciones si es necesario», declaró en un comunicado. «Necesitamos urgentemente una clara corrección del rumbo», señaló.
La ministra indicó que, para que el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a la época preindustrial sea viable, es necesario triplicar las energías renovables de aquí a 2030 y duplicar la eficiencia energética.
En la reunión de la ONU en Dubái, que entra en su segunda semana, más de 100 países -incluida la Unión Europea (UE) y Estados Unidos- se han comprometido a eliminar gradualmente el carbón, el gas y el petróleo.
Sin embargo, según informaciones de organizaciones ecologistas, el Estado petrolero de Arabia Saudí e India, que depende en gran medida del carbón, figuran entre los que se oponen a tal compromiso.
«Los países ambiciosos que están creando nuevos puestos de trabajo, desarrollo y prosperidad transformando sus economías van ahora desde Canadá hasta Kenia», subrayó Baerbock.
«Si incorporamos aún más países a este dinámico grupo, podremos dejar atrás el mundo del petróleo y el carbón como un mundo de ayer. Y superar por fin las viejas desavenencias entre Norte y Sur», añadió.
Por su parte, la ministra germana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, también confía en que en la Conferencia Mundial sobre el Clima pueda acordarse una eliminación progresiva vinculante del carbón, el petróleo y el gas.
«Viajo a Dubái muy optimista al respecto», declaró a la cadena pública ARD. Explicó que también quiere incluir en la agenda el tema de la economía circular, ya que, sin una reducción del consumo de recursos, no se podría frenar el cambio climático ni la destrucción de la naturaleza.
«Lo conseguiremos», afirmó, aunque añadió: «El mayor obstáculo es la realidad, la práctica de que todos los países hagan los deberes en casa».
Baerbock alabó el hecho de que la llamada COP28, a diferencia de todas las anteriores conferencias mundiales sobre el clima, haya arrancado «bien desde el principio», en referencia a los compromisos financieros iniciales para el fondo de compensación por daños climáticos que se acordó el año pasado.
«El fondo para daños y pérdidas climáticos demuestra que nosotros, como comunidad mundial, no tenemos que permanecer en estado de shock ante la magnitud de la tarea, sino que somos capaces de dar grandes saltos hacia adelante. Quiero llevar este impulso a la fase final de la COP28», explicó.