Berlín, 6 dic (dpa) – El Gobierno alemán adoptó hoy una estrategia global en materia de clima para su política exterior, que fue aprobada en la reunión del gabinete en Berlín.
El documento de 74 páginas describe la lucha contra la crisis climática y sus fatales consecuencias como una «tarea central de la humanidad en este siglo», coincidiendo con un informe del servicio Copernicus de la Unión Europea que constata que 2023 fue el año más caluroso del mundo desde que existen registros meteorológicos.
Alemania es pionera con una estrategia climática tan ampliamente formulada, es «la estrategia más completa del mundo», declaró en Dubái la secretaria de Estado de Acción por el Clima, Jennifer Morgan.
En su opinión, el plan crea también más transparencia, sobre todo de cara al público. Además, «el Gobierno alemán está trabajando mejor en red y definiendo objetivos y campos de acción comunes».
La estrategia se propone como objetivo «hacer todo lo posible» para alcanzar la meta fijada en París en 2015 de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados con respecto a los niveles de la época anterior a la industrialización.
Para lograrlo, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero perjudiciales para el clima deben reducirse casi a la mitad en 2030 con respecto a 2019, señala el documento. Alemania quiere acelerar la transición energética mundial para eliminar «gradualmente» el carbón, el petróleo y el gas, a menos que las emisiones puedan capturarse y almacenarse.
La eliminación progresiva de los combustibles fósiles es un punto central de la actual Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, que reúne a casi 200 países en Dubái. Mientras que más de 100 países quieren aprobar formalmente este objetivo, varios se oponen, entre ellos Estados petroleros como Arabia Saudí.
En el documento estratégico, Alemania también se compromete a apoyar a los países pobres especialmente afectados por las consecuencias del calentamiento global, como sequías, incendios forestales, inundaciones y tormentas más frecuentes y graves.
Sin embargo, en vista de la actual crisis presupuestaria, el Gobierno alemán está debatiendo actualmente posibles recortes en estas partidas.
Según el documento, la política climática exterior también debe proteger los intereses alemanes y contribuir al desarrollo de Alemania y Europa como sedes empresariales. Una política climática ambiciosa «no debe ser una desventaja de localización que provoque la migración de industrias importantes», advierte el texto.
El director ejecutivo de Greenpeace en Alemania, Martin Kaiser, afirmó que la nueva política exterior climática perderá todo su efecto si la actual crisis presupuestaria conduce a un colapso de la protección del medio ambiente a nivel internacional y nacional.
«Por eso, todos los partidos democráticos del Bundestag (Parlamento) deben acordar ahora un fondo especial de 100.000 millones de euros (107.800 millones de dólares) para la protección del clima y la innovación que esté garantizado por el derecho constitucional», dijo.
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock (Los Verdes), dijo que en estos tiempos de desafíos geopolíticos, la estrategia climática es también una oportunidad para superar viejas fisuras en la política del poder.
«Los países que trabajen juntos y quieran conseguir algo en política climática tienen la oportunidad de poner a todos de acuerdo y llevar al mundo por la senda vital de los 1,5 grados», aseguró.