(dpa) – Además de su uso médico como anestésico, el óxido nitroso se utiliza cada vez más como droga en fiestas. El efecto suele ser una fuerte euforia, somnolencia y alucinaciones, una vez inhalado a través de globos que se llenan previamente desde cartuchos de óxido nitroso.
El subidón se produce inmediatamente después de la inhalación y dura entre unos segundos y tres minutos, según Andrea Piest, de una organización de ayuda para drogodependientes, con sede en la capital alemana, Berlín.
Sin embargo, este gas que puede comprarse de manera libre entraña riesgos tanto a corto como a medio plazo.
Un breve subidón con consecuencias duraderas
Según Piest, el uso regular del gas de la risa puede provocar deficiencia de vitamina B12 e incluso daños en el sistema nervioso. Si durante su uso al inhalarlo no se quita el globo de a momentos para poder respirar con normalidad, puede producirse una falta de oxígeno en el cerebro y los órganos.
La experta considera que toda persona que utilice gas de la risa debe, por tanto, bajar el globo y hacer pausas con regularidad al inhalarlo y, si es posible, inhalar estando acostado o sentado. También debe utilizar globos sin talco, ya que el mineral que contienen no está pensado para ser inhalado.
«Si se hacen suficientes pausas, se reduce el potencial de riesgo para el organismo», afirma la experta.
Si se produce entumecimiento en las extremidades, esto puede indicar daños en los nervios y un suministro de oxígegno insuficiente. En este caso, hay que acudir urgentemente al médico. Piest aconseja informar al personal médico de que se ha consumido gas de la risa para poder contrarrestar rápidamente los efectos secundarios.
Precaución con el consumo mixto
Para minimizar los riesgos, en general debe evitarse el consumo mixto. Según Piest, las llamadas «drogas depresoras», como el GHB (éxtasis líquido), el alcohol y los opiáceos, en particular, se refuerzan mutuamente. Y existe el riesgo de desmayarse o vomitar.
El óxido nitroso se consume a menudo en combinación con el cannabis. Con ello se pretende prolongar el subidón de óxido nitroso e intensificar el de cannabis.
De acuerdo con Piest, esto puede ser peligroso, sobre todo con dosis elevadas, ya que ambas sustancias reducen la presión sanguínea y, por tanto, aumentan el riesgo de perder el conocimiento.