(dpa) – Gotas perladas brillan en las hojas de la lechuga, una entrada que luce fresca. Al espectador se le hace agua en la boca pese a que solo se trata de una foto.
La fotografía gastronómica bien hecha exhibe alimentos y comidas de forma perfecta, como arte, una publicación en redes sociales o simplemente como un bello recuerdo. Pero las buenas fotografías de alimentos demandan práctica.
Thomas Sixt, experimentado cocinero y fotógrafo, considera que la clave para obtener buenos resultados es divertirse mientras se toman fotos.
Hace casi 30 años que cocina profesionalmente, y desde hace más de 20 años también fotografía sus platos. «Cualquiera que haga fotos con pasión, se inspire constantemente y se pregunte cómo lo hubiera fotografiado él mismo, está en constante desarrollo», dice Sixt.
La organización es parte del proceso
Christine Bruns, de la revista especializada «c’t Fotografie», también considera cruciales tres cosas en la fotografía de alimentos: divertirse con la comida, divertirse con la fotografía y divertirse con la organización.
«El resto viene por sí solo cuando los fotógrafos aficionados se ocupan intensamente del tema, se dejan inspirar, tienen paciencia y también aceptan sugerencias para mejorar», dice Bruns.
La experta señala que una buena foto gastronómica demanda, además de la comida en sí, un trabajo fotográfico completo con la luz, la apertura, el recorte, el ángulo de la toma, el fondo, la composición y el diseño de la imagen, o el juego con colores y contrastes.
Sixt recomienda mirar la comida con detenimiento antes de tomar la fotografía y pensar cuál sería la mejor forma de presentarlo.
«La tendencia en fotografía se inclina hacia los detalles, pero con un entorno como la mesa, el mantel, la decoración y los cubiertos se puede expresar un poco más», dice el cocinero y fotógrafo.
Elementos decorativos en número impar
Bruns dice que el número de elementos también es importante. «Es mejor colocar tres elementos como muffins o patatas en el plato que dos o cuatro. Un número impar corresponde más a nuestra visión, nos resulta agradable», dice la experta.
No es decisivo si se toma la imagen desde arriba, de adelante o de costado, según Bruns. «Tiene que ajustarse a la comida y el mensaje. Una porción de tarta sobre el que acaba de caer azúcar glaseada es mejor escenificarla de frente, un guiso abundante en una cacerola, más bien desde arriba», explica.
El chef profesional Sixt prepara primero la mesa con un fondo adecuado, vajilla, cubiertos y telas. La decoración debe ir a juego con el plato. Para los muffins, por ejemplo, puede ser más colorida; para el sushi, más sobria a fin de lograr un mejor efecto.
Bruns aconseja también pensar y decorar el escenario exacto antes de tomar la fotografía. Esto incluye una disposición adecuada de la vajilla, diversos accesorios y una buena iluminación. «Prefiero la luz suave y natural de los laterales, así que lo ideal es un lugar cerca de una ventana», dice.
Solo quedan unos pocos minutos
Tras la preparación, Sixt fotografía los alimentos lo antes posible.
«Un filete asado rosado solo garantiza un resultado óptimo ante la cámara dos o tres minutos después de cortarlo», explica el chef. «Una bonita lechuga de hojas de colores reacciona con el vinagre y empieza a deteriorarse a los diez minutos», detalla.
Por eso, subraya, la planificación es determinante en la fotografía gastronómica, también en un restaurante. ¿Está prevista una mesa decorada o hay una ventana que brinde una vista bella?
«Hay restaurantes que prohíben tomar fotos, pero en la mayoría de ellos la fotografía está permitida», dice Sixt. «Recomiendo preguntar antes y hacer fotos discretamente para no molestar a otros comensales», sugiere.
Esto es también importante para Bruns. Ella asegura que nunca tomaría fotografías de otros comensales porque ellos, comprensiblemente, solo quieren disfrutar de su comida. Si fuera necesario, se podría utilizar una pequeña luz LED de superficie o un reflector brillante como ayuda técnica en el restaurante.
El teléfono móvil es una solución intermedia
Sixt solo utiliza su smartphone para hacer fotos de recuerdo. Las fotos profesionales las toma con su equipo profesional, con objetivo de distancia focal fija, trípode y preferiblemente a la luz del día.
El cocinero señala también sin embargo que el teléfono móvil es la mejor cámara que siempre se lleva consigo y que permite hacer pruebas en el tema de la fotografía gastronómica. Los smartphones de alta calidad permiten tomar fotos buenas, optimizadas mediante el software.
Además, afirma Bruns, los smartphones suelen venir con aplicaciones de edición fotográfica adecuadas que incluyen filtros y acceso directo a las plataformas de redes sociales.
«Para una foto rápida, la calidad es suficiente, pero para fotos de alta calidad, los fotógrafos aficionados deberían adquirir un equipo de cámara y dedicar tiempo a aprender», sostiene.
Sixt tiene una opinión similar. «La comida fotografiada con cámaras digitales me parece más auténtica, los detalles y el aspecto son mejores», dice el chef.
Mientras tanto, también trabaja con un sistema de flash indirecto. Solo utiliza una caja de luz con luz constante para la iluminación especial de las fotos de productos, por ejemplo de ollas.
Bruns recomienda cámaras con objetivos de 50 a 90 milímetros para hacer muy buenas fotos de alimentos. Con ellos se puede reproducir bien el desenfoque. «Los smartphones solo calculan el desenfoque y no hacen zoom, por lo que las fotos salen menos brillantes», explica.
Consejos para la fotografía gastronómica del cocinero profesional Thomas Sixt:
- 1. Encuentre el «por qué» hacer fotos y cree las imágenes con alegría.
- 2. Planifique las fotos y el montaje, pero sin dejar de hacer fotos flexibles a la situación.
- 3. El debate entre el smartphone o la cámara no es la cuestión decisiva, ¡lo importante es que al fotógrafo le gusten las fotos después!
- 4. El fotógrafo toma la foto, no la cámara ni el smartphone.
- 5. Fotografíe de forma selectiva, no vale la pena fotografiar todas las comidas.
- 6. Mucha luz y luz diurna suele ser mejor que poca luz y luz artificial.
- 7. Las porciones más pequeñas en el plato suelen tener un mayor efecto en las fotos.
- 8. Preste atención a la situación lumínica y sáquele el máximo partido.
- 9. Un trípode suele ser útil.
- 10. Piense en los detalles antes de hacer la foto: ¿qué puede hacer que la foto sea especial?
Por Fabian Hoberg (dpa)