(dpa) – Los teleféricos sirven para que los aficionados a los deportes de invierno y las personas que se encuentran paseando por la montaña puedan subirla sin esfuerzo.
Sin embargo, algunas personas suben siempre con una sensación desagradable, de temor, que a menudo tiene que ver con la altura sobre el suelo a la que se desplazan las telecabinas. Otra cosa que puede asustarlas bastante es cuando el viaje se detiene de repente.
La empresa alemana de certificación e inspección Tüv asegura que no hay motivos para entrar en pánico en estos casos. Afirma que los teleféricos son medios de transporte muy seguros y que aunque estén detenidos lo siguen siendo. Además, añade que por lo general retoman su recorrido rápidamente.
Indica asimismo que los problemas algo más serios, como los que hacen que la formación esté detenida durante un periodo mayor de tiempo, son poco frecuentes, y que en todo caso, los operadores y guardaparques suelen estar entrenados en lidiar con ellos. Añade que regularmente se practica cómo proceder en caso de evacuación.
Qué hacer en caso de emergencia
En el caso improbable de estar en una situación así, lo mejor es mantener la calma, aunque resulte difícil. En esos casos, los socorristas dan indicaciones que hay que respetar a rajatabla. De acuerdo con Tüv, en ningún caso hay que intentar liberarse del vehículo por cuenta propia. Añade que el número de accidentes en teleféricos con heridos o muertos es extremadamente bajo.
Otra cosa que es interesante saber es que los teleféricos suelen verse afectados por los rayos debido a que están expuestos. Sin embargo, las personas que viajan en la telecabina no corren peligro alguno, ya que esta actúa como una jaula de Faraday que desvía los rayos.