(dpa) – La enfermedad autoinmune de Graves-Basedow muchas veces no se reconoce directamente, alertan los expertos. Aquí ofrecemos un panorama de esta enfermedad de la tiroides y de cómo se manifiesta.
Qué es exactamente la enfermedad de Graves-Basedow
Graves-Basedow es una enfermedad autoinmune. Es decir que el sistema inmunológico atenta contra el propio organismo. En el caso de Graves-Basedow, produce anticuerpos, que tienen efecto directo sobre la glándula tiroides, que produce hormonas en exceso. Entonces se genera hipertiroidismo.
La enfermedad puede desarrollarse en la infancia, pero generalmente aparece por primera vez entre los 11 y los 15 años. Afecta más a las niñas que a los niños.
Qué síntomas indican Graves-Basedow
Los síntomas son múltiples. Si el niño está más cansado de lo habitual puede ser un indicio. También la calidad del sueño y la capacidad de concentración suelen verse afectadas en el caso de Graves-Basedow, a lo que se suma ansiedad e irritabilidad.
Otros posibles síntomas son fuerte sudoración y deposiciones más frecuentes o diarrea. En los afectados muchas veces se eleva el pulso y también puede presentarse un temblor de manos.
También en los ojos se puede detectar la enfermedad: se pueden producir hinchazones o inflamaciones, que hacen que los ojos se vean saltones y provoquen una sensación de presión.
Quién se ve afectado por Graves-Basedow
El riesgo de enfermar de Graves-Basedow no solo es mayor si la enfermedad ya se presentó en la familia. También otras enfermedades autoinmunes aumentan la probabilidad. Por ejemplo, la diabetes del tipo 1, el reuma y la tiroiditis de Hashimoto.
La buena noticia: Graves-Basedow se puede controlar fácilmente con medicación para la tiroides.