(dpa) – El trabajo de artista conceptual de videojuegos es un perfil creativo que hoy en día tiene mucha demanda. Son muchos los jóvenes que aspiran al supuesto trabajo soñado delante de la pantalla del ordenador. La alemana Ilka Hesche es artista conceptual 2D, y eligió su carrera por convicción. Sin embargo, esta joven de 23 años también sabe que su trabajo es mucho más que dibujar y jugar. A continuación, la artista describe su formación, actividades, competencias y habilidades:
Siempre me han gustado los juegos de ordenador y dibujar. Cuando tenía unos 16 años, un amigo me trajo un folleto de la escuela privada donde más tarde hice un curso de diseño de videojuegos. Primero hice un curso de prueba de una semana, que me gustó mucho. Me pareció interesante el hecho de que a uno le pagaran por dibujar todo el día e inventar cosas. Ese fue el momento en que supe exactamente que esa era la profesión que quería ejercer. También hay universidades públicas que ofrecen estos cursos.
Mi trabajo consiste principalmente en desarrollar conceptos sobre el aspecto que debería tener el juego. Mi tarea es definir el lenguaje de diseño, los colores, qué culturas pueden aparecer en el juego y cómo es la arquitectura. Todos estos aspectos no están claros al principio, y la tarea de un artista conceptual de videojuegos es definirlos.
También trabajo en juegos que ya están en el mercado. En estos casos, diseño elementos gráficos, por ejemplo, decoraciones. A menudo hay un tema y unos requisitos muy específicos. Una vez hechos los primeros bocetos, estos son evaluados y finalmente se pasa a dibujar el elemento en cuestión. Luego empezamos a animarlo.
En el campo del arte de videojuegos, hay cinco grandes áreas: 2D, 3D, animación, tech art (para efectos visuales como los relámpagos) e interfaz de usuario (para botones o fuentes). Todos estos ámbitos tienen determinados flujos de trabajo. Cada artista trabaja de forma diferente. En los grandes estudios, suele haber muchos artistas para todas estas áreas; en los estudios más pequeños, a veces unos pocos profesionales se encargan de todo.
Me gusta mucho dibujar, trabajar con el ordenador y con el lápiz. Se tiene mucha libertad creativa. Puedo crear mundos completamente nuevos y sugerir lo que quiero experimentar en ese mundo. También es un trabajo que se puede hacer bien desde casa, lo que durante la pandemia fue una gran ventaja.
Lo que a veces me resulta difícil es que se trata de un trabajo de PC sin mucho movimiento. No imprimimos nada ni hacemos llamadas telefónicas: nuestras actividades no son tan variadas como las de otros trabajos de oficina.
También me resulta difícil no poder hablar de los proyectos en los que estoy trabajando. Hasta que un juego se publica pasan entre uno y tres años. Pero cuando el proyecto está terminado y se lo puede jugar de principio a fin, es una sensación muy especial.
Las personas a las que les gusta dibujar y estar sentadas mucho tiempo delante del ordenador suelen ser un poco más tímidas. Por otro lado, también deben poder comunicarse con el equipo y presentar sus ideas. Hay que saber adaptarse a nuevos proyectos y personas, ya que con cada nuevo juego cambia el entorno y también el enfoque.
También se debe estar dispuesto a invertir mucho tiempo y aprender mucho por sí mismo. El haber finalizado una formación a menudo no es suficiente para llegar al nivel de un artista junior. Lamentablemente, el título no garantiza la entrada en el sector, ya que lo más importante a la hora de enviar solicitudes es el propio portafolio con muestras de trabajo.
Por Anke Dankers (dpa)