(dpa) – Las personas que practican un deporte de invierno fuera de las pistas de esquí deberían llevar consigo un equipo de seguridad, como un transceptor de avalanchas.
Este dispositivo, que cuenta con un transmisor y un receptor, permite encontrar a personas enterradas bajo grandes cantidades de nieve en caso de avalancha.
Sin embargo, según advierte la Asociación Alpina Alemana (DAV), los objetos electrónicos como teléfonos móviles o relojes inteligentes, que suelen llevarse en el cuerpo, pueden dificultar la búsqueda con un transceptor de aludes.
«Todos los dispositivos electrónicos pueden provocar señales de interferencia electromagnética debido a los cambios de tensión que se producen», explica Lorenz Berker, experto en seguridad de DAV.
Esto significa que la señal de los instrumentos de búsqueda reciben algún tipo de influencia externa. Del mismo modo, también pueden ocasionar interferencias objetos metálicos como botones magnéticos, palas para avalanchas o guantes térmicos eléctricos.
La regla de los 20/50 centímetros
Si bien algunos transceptores de avalanchas indican cuándo están recibiendo alguna señal de interferencia, para ir sobre seguro, los aficionados a los deportes de invierno deben respetar la llamada regla de los 20/50 centímetros.
Según la Asociación Alpina Alemana, cuanto más cerca estén las fuentes de interferencia del transceptor de avalancha, mayor será su influencia. En el modo de transmisión, todos los objetos electrónicos y metálicos deben estar a una distancia mínima de 20 centímetros del aparato. En el modo de búsqueda, deben estar a una distancia mínima de 50 centímetros o permanecer apagados.
Berker recomienda llevar el transceptor en un soporte entre las capas de ropa. No deben guardarse otros objetos en este lugar. El teléfono móvil debe colocarse en un bolsillo del lado opuesto en el pantalón, por ejemplo, o en una mochila.