(dpa) – ¿No fue un poco raro el tono de ese compañero de trabajo en el último correo electrónico? ¿Será descortés molestar a la clienta con un tercer llamado? Quien en el trabajo se pille pensando demasiado e innecesariamente las cosas frente a tareas a realizar posiblemente tenga tendencia al llamado «overthinking», explica la asesora profesional y psicóloga Ragnhild Struss desde Alemania.
Según la experta, lo que ocurre es que se pierde el control sobre los pensamientos y entonces estos dejan de ser una solución a los problemas que se quieren resolver, sino todo lo contrario. Porque, a fin de cuentas, paralizan la toma de decisiones y aumentan la presión y el estrés en el trabajo.
¿Pero cómo podemos reconocer si solo pensamos mucho o si lo hacemos demasiado? La psicóloga aconseja revisar la propia tensión psicológica: si este comportamiento de pensar tanto tiene un efecto negativo en la vida del afectado y perjudica la cotidianeidad, entonces es demasiado.
Quien quiera averiguar si tiende al «overthinking», puede hacerse las siguiente preguntas: ¿mis pensamientos me permiten avanzar?, ¿son constructivos? O también: ¿este problema se puede resolver pensando?, ¿se me ocurren ideas nuevas e interesantes o vuelvo, en realidad, siempre a los mismos pensamientos y caigo en un bucle sin fin?