(dpa) – Es un hecho que el invierno pasa factura a las baterías de los coches eléctricos y reduce la autonomía del vehículo. Al fin y al cabo, las luces, la calefacción y la ventilación necesitan mucha energía. Además, las células de la batería deben permanecer dentro de un determinado rango de temperatura, y para ello la batería necesita electricidad.
Sin embargo, hay formas de ahorrar electricidad en invierno. Antes de nada, los expertos tranquilizan a los conductores de coches eléctricos: «Gracias a las baterías de grandes dimensiones, las funciones de carga rápida y las bombas de calor, un coche eléctrico actual puede conducirse en invierno cómodamente y se pueden recorrer con él largas distancias», afirma Marcel Mühlich, técnico del Auto Club Europa (ACE), el segundo automóvil club más importante de Alemania. Matthias Vogt, experto en movilidad eléctrica del Centro Técnico del automóvil club líder alemán ADAC, comparte su opinión.
Mühlich explica que siempre hay que tener en cuenta que el primer vistazo al indicador de la autonomía restante puede ser engañoso, y que, a bajas temperaturas en una mañana de invierno, la autonomía restante de un coche frío puede ser drásticamente inferior a la que indicaba el vehículo el día anterior en el momento de guardarlo. «Esto está relacionado con el cálculo actual de la temperatura de la batería», señala el experto.
Los fabricantes saben de este problema y ofrecen ahora sistemas y aplicaciones especiales para preacondicionar la batería mientras está conectada al cargador wallbox. «Si las celdas de la batería ya han alcanzado por la mañana su temperatura de confort, necesitan menos energía propia», afirma Jens Dralle, jefe de pruebas y tecnología de la revista especializada alemana «Auto, Motor und Sport». Por cierto: una batería caliente absorbe la electricidad más rápidamente que una fría, lo que es importante en el momento de realizar una carga rápida intermedia.
Además, se puede ahorrar energía de la batería precalentando el vehículo mientras está conectado al wallbox, idealmente en el garaje. De este modo, explica Vogt, los pasajeros se suben a un coche calefaccionado sin que se haya tenido que utilizar energía de la batería.
Activando la calefacción de los asientos y el volante, por ejemplo, también se puede ahorrar. «Esto es más eficiente que calentar todo el interior del coche», asevera Vogt. «En algunos coches, solo se puede calentar el lado del conductor. Esto ahorra electricidad cuando se va sentado solo en el coche», señala.
Sin embargo, la seguridad siempre está por encima de la autonomía. «Los conductores de coches eléctricos no deben ahorrar energía en la iluminación y la calefacción de los vidrios, eso es peligroso», advierte el experto de ADAC.
En la carretera, el estilo de conducción es decisivo para el consumo. «La conducción previsora con aceleraciones suaves y el aprovechamiento de la inercia con recuperación suave ahorran energía y reducen la autonomía de forma menos drástica», afirma Jens Dralle. En algunos modelos, la recuperación de energía durante el frenado se puede ajustar.
Sin duda, prosigue el experto, es de gran ayuda utilizar la recuperación con frecuencia para devolver a la batería la energía obtenida durante el frenado. Sin embargo, acota: «Frenadas repetidas e intensas no son suficientes para compensar la pérdida de energía tras una fuerte aceleración». Y añade que, sin embargo, las funciones de recuperación automática de los fabricantes ayudan a ahorrar energía.
La mayor parte de la energía se puede ahorrar en la velocidad. «Si se reduce la velocidad a unos 120 km/h en las autopistas, se ahorra mucha energía, más que si se apaga la calefacción», explica Mühlich. Los sistemas de navegación modernos suelen permitir establecer una ruta que ahorre la mayor cantidad de energía posible.
Por cierto: los sistemas de control de crucero activo suelen conducir de forma más eficiente que el piloto. La mayoría de los coches eléctricos disponen de un modo ecológico de ahorro de energía en el que se regula la potencia del motor y la calefacción.
«Las distancias cortas aumentan el consumo y, por lo tanto, reducen la autonomía», informa Vogt. Esto se debe a que el coche tiene que calentarse una y otra vez. Por término medio, el consumo aumenta en invierno entre un diez y un 30 por ciento, y hasta un 50 por ciento en los viajes extremadamente cortos. Por tanto, los conductores de coches eléctricos deben prever reservas de autonomía suficientes durante sus desplazamientos en invierno.
No hay consejos generales para el cuidado de los coches eléctricos en invierno, pero Vogt recomienda moverlos regularmente. «Si el nivel de la batería es muy bajo, puede sufrir una descarga profunda tras semanas de inactividad. Por lo tanto, la batería debe estar cargada al menos en un 20 por ciento», explica. Las instrucciones de uso proporcionan información precisa al respecto. Sin embargo, señala el experto, es muy raro que una batería de alto voltaje se descargue por completo, y en ese caso el coche debe ir al taller.
En invierno, una batería de arranque descargada es una de las causas más frecuentes de averías en los coches eléctricos, al igual que en los coches con motor de combustión interna. La batería de arranque de 12 voltios alimenta a la batería de alto voltaje. Si esta está descargada, el coche eléctrico no arranca.
En algunos vehículos eléctricos, la batería de alto voltaje no carga automáticamente la batería de arranque en la estación de carga. «Si se utiliza demasiada energía durante las pausas de carga, por ejemplo, si se deja un sistema de entretenimiento encendido, es posible que no se pueda arrancar el coche después de la carga», advierte Mühlich.
Con la asistencia de arranque normal de otro vehículo o con un llamado reforzador de arranque, una batería descargada puede volver a funcionar rápidamente, siempre que no esté defectuosa. Esto se debe a que requiere poca corriente y suficiente voltaje. Una vez en funcionamiento, esta se terminará de recargar con la batería de alto voltaje.
Sin embargo, la mayoría de los coches eléctricos no pueden proporcionar asistencia de arranque. Su batería de arranque de 12 voltios tiene poca capacidad y es demasiado débil para las altas corrientes de arranque de los motores de combustión.
Fabian Hoberg (dpa)