(dpa) – La iluminación de una vivienda es muy importante. Encontrar el equilibrio justo entre confort y necesidades es clave para que el hogar se vea y perciba de forma acogedora y sea a la vez funcional.
¿Está demasiado oscuro? Una medida rápida y que no requiere de mucho esfuerzo es colocar una de las muchas lámparas a batería móviles disponibles hoy en día y que pueden añadirse en el salón o en cualquier otro lugar de ser necesario.
La mayoría de ellas tienen forma de lámparas de mesa. «Son ideales para crear ambiente o como fuente de luz en un lugar de lectura», dice el arquitecto de interiores y diseñador de iluminación Ulrich Beckert desde Múnich, Alemania.
Estas lámparas a batería también se pueden colocar en el balcón o en un jardín. «Siempre y cuando sean aptas para exteriores y tengan como mínimo la clasificación IP X4», acota Iris Vollmann, de la plataforma licht.de, una iniciativa de la federación de la industria electrónica y digital alemana (ZVEI). IP es la abreviación de «Ingress Protection», cuya traducción significa «protección contra el ingreso» (de agua o polvo).
Por prácticas que sean las iluminaciones móviles, no son más que un complemento de las fuentes de luz habituales. Cuánta luz necesita cada ambiente dependerá de cómo es cada uno de ellos. «Para el salón suelen bastar 300 lux», indica Vollmann.
Si en un ambiente se van a llevar a cabo tareas que demandan mucha luz -como por ejemplo leer, o manipular cuchillos y ollas calientes en una cocina-, la iluminación debería ser de unos 500 lux. También se recomiendan 500 lux para el escritorio. Esto hace que los ojos no se cansen y la concentración sea mayor.
Consejo: los lux se pueden medir con un aparato llamado luxómetro. De esta forma se puede saber con exactitud si se alcanzó la intensidad lumínica necesaria.
Valores de referencia para pasillo, salón y demás habitaciones
Pasillo/vestíbulo:
Una o varias luces en el techo proporcionan la luminosidad básica. «En el guardarropa se recomienda colocar una luz adicional sobre el espejo, con una luz a la derecha y otra a la izquierda, para iluminar la cara sin sombras», precisa Vollmann.
En su opinión, una luz adicional para iluminar un cuadro o un mueble en especial da un toque especial. Puede ser una lámpara de mesa en una cómoda o una discreta tira de LED en el estante de los zapatos.
Salón:
«Para conseguir efectos interesantes, siempre es buena idea contar con varias fuentes de luz, incluida una lámpara de techo central», dice Beckert. Iluminar los cuadros o colocar una pequeña lámpara de mesa sobre un mueble son medidas que pueden lograr una iluminación interesante y variada. Otras fuentes de luz indirecta pueden ser las lámparas que reflejan haces de luz en la pared o las lámparas de pie tipo reflector, que iluminan la sala con sus reflejos.
A la hora de ver televisión conviene que el ambiente no sea demasiado oscuro para que el ojo no tenga que compensar todo el tiempo las diferencias de claridad. «Una iluminación aunque sea leve ya es un alivio para el ojo», explica Vollmann. Para poder ver la televisión sin molestias, las lámparas deberían estar dispuestas de forma tal que no se vean reflejadas en la pantalla.
Dormitorio:
Aquí es importante contar con una iluminación básica en forma de lámpara de techo. Lo más práctico es contar con un segundo interruptor de la luz cerca de la cama. También es una buena idea tener una lámpara de pared o de mesa a cada lado de la cama si se quiere leer en ella. Por otra parte, una luz para el ropero facilita la elección de las prendas por las mañanas, sobre todo en la épocas del año más oscuras.
Cuarto de niños:
Siempre es bueno contar con una luz independiente para el cambiador del bebé, pero sin que esta encandile al pequeño. «Los ojos de los bebés son muy sensibles a la luz», explica Vollmann. Por otra parte, están completamente desaconsejadas las lámparas móviles al alcance de los niños cuando estos gatean: el riesgo de lesiones es demasiado grande. A partir de la edad escolar, los niños suelen necesitar un escritorio, que debe estar bien iluminado como cualquier mesa de trabajo.
Escritorio:
El escritorio debe estar iluminado por una luz directa que no encandile. La luz no debe venir de arriba ni proyectar sombras. «Es mejor que venga de la izquierda para los diestros y de la derecha para los zurdos», añade Vollmann.
Cocina:
En este caso es especialmente importante una luz funcional y brillante que caiga directamente sobre la mesa de trabajo. A menudo ya está incorporada a las puertas superiores del mueble de cocina o a las campanas extractoras, o bien puede instalarse a posteriori. Las luces LED, por otra parte, pueden ayudar e encontrar cosas en el fondo de un armario o cajón.
Baño:
Ya sea para maquillarse o para afeitarse, la luz en el espejo del baño es siempre importante. Las luces deben montarse por encima del espejo o a ambos lados para evitar las sombras. «Lo ideal es contar con 300 a 400 lux para la luz del espejo», indica Beckert.
Otra opción es usar lámparas con varios colores de luz y niveles lumínicos. «Una luz muy brillante similar a la luz del día puede ayudar al comenzar la jornada», afirma Vollmann. Para la noche, en cambio, es mejor una luz algo más cálida y tenue para relajarse.
Por Sabine Meuter (dpa)