(dpa) – Dinh Nhu Phuong y Kim Ngan acaban de ser coronadas «Miss» en concursos de belleza de Vietnam. Con visibles lágrimas de alegría y portando sus respectivas coronas, las jóvenes agradecen con encanto y gracia a los jueces.
Los desfiles finales de «Miss Vietnam Sea and Island 2022» (mar e isla) y «Miss Vietnam Global 2022» se celebraron casi al mismo tiempo, una señal de cómo aumentó desde hace un tiempo y como por arte de magia el número de estos concursos en el país.
«Dos reinas de la belleza en una noche: ¿no es demasiado?», titulaba el periódico «VnExpress» al día siguiente. El diario expresaba la opinión de muchos vietnamitas, para quienes el lucrativo negocio de los concursos se está descontrolando.
Hace diez años, solo había un puñado de competiciones que la gente conocía por su nombre. Entre ellos, los prestigiosos títulos de «Miss Vietnam» y «Miss Universo Vietnam», donde se elige a la concursante que participa en el concurso mundial de «Miss Universo».
Ahora, en lo que va del año, el Ministerio de Cultura aprobó oficialmente 22 concursos. Los nombres de los eventos son mayormente tan desconocidos como el motivo por el cual se organizan estos espectáculos deslumbrantes.
«Solía ver estos shows de brillo y glamour, pero ahora hay demasiados como para poder seguirlos», escribió una usuaria de Facebook.
«Dos reinas de belleza en una sola noche es demasiado. Nunca oí hablar de ‘Miss Vietnam Sea and Island’ ni de ‘Miss Vietnam Global'», comentó otra. «Si esto sigue así, en unos años todos los hombres vietnamitas se casarán con una ganadora o subcampeona de un concurso de belleza», bromeó.
Para explicar el auge de los concursos de belleza, el historiador y periodista Duong Trung Quoc, que formó parte del jurado de «Miss Vietnam Sea and Island», dijo que se debe en parte a que el gobierno aprobó nuevas normas en 2020.
«Todas las provincias tienen ahora derecho a organizar concursos. Tenemos 63 provincias, y todas ellas pueden celebrar ahora competencias de belleza», que en su mayoría son financiadas por empresas privadas.
«Los concursos aportan beneficios económicos a regiones enteras, especialmente en términos de turismo e inversión», explicó Quoc a dpa.
Sobre todo, los patrocinadores quieren su porción del pastel. «Cuando una ‘Miss’ es coronada, a menudo se convierte en la cara de la empresa que financió el concurso», agregó.
Quoc destacó que los espectáculos mal organizados pueden perjudicar la reputación de los organizadores, que entonces no recibirían más inyecciones de dinero para futuros concursos.
Es importante encontrar reinas «dignas», que puedan contribuir al desarrollo del país y reforzar su reputación, y que realmente merezcan el título de «Miss». «Pero ahí está precisamente el punto de fricción, porque cantidad, como sabemos, no es igual a calidad», acota el periodista.
«Aunque hay muchas reinas de belleza, sigue siendo muy difícil encontrar candidatas cualificadas que puedan representar al país en los concursos internacionales», publicó el periódico online «VietnamNet».
Las vietnamitas que participan en los concursos internacionales suelen carecer de confianza en sí mismas y parecen inmaduras e inexpertas, lamentó el diario. Al fin y al cabo, no se trata solo del cuerpo y la apariencia exterior, sino también de la inteligencia, los talentos y las virtudes, agregó.
El concurso de «Miss Vietnam Sea and Island 2022» muestra principalmente mujeres en bikini. Lo que se esconde detrás de la belleza exterior parece más bien irrelevante.
«El número de concursos va en aumento, pero su calidad es controvertida», afirma Nguyen Thuy Dung, que trabaja en una empresa de automóviles de la capital, Hanói, y es una aficionada a los certámenes de belleza. «Muchas concursantes de hoy en día no tienen demasiado que ofrecer, salvo la belleza física», opina.
Hace diez años se sabía de memoria los nombres de las ganadoras del concurso, al igual que muchos de sus compatriotas. «Después de ganar, estas reinas hicieron muchas contribuciones positivas a la comunidad, como actividades benéficas», cuenta Dung, y añade que eso ahora es diferente.
«Ahora es casi imposible saber el número exacto de ‘Misses’. Todo se fue un poco de las manos y eso no es bueno», comenta.
La nota del periódico «VnExpress» recibió una lluvia de comentarios, lo que refleja que el tema conmueve claramente a los vietnamitas.
«Tanto en el caso de los concursos de belleza como de modelaje, en ambos casos se trata de una forma más rápida para que las mujeres consigan una vida e ingresos mejores. Es un negocio como cualquier otro. ¿A quién le importa cuántos concursos hay?», escribió una lectora.
Otra, sin embargo, se quejó de que todo había alcanzado proporciones ridículas y resaltó que ahora las concursantes parecían todas iguales. «Creo que los programas de gatos son mucho más interesantes», apuntó.
Por Carola Frentzen y Bac Pham (dpa)