Al Khor (Catar), 28 nov (dpa) – Alemania vuelve a jugar con un delantero centro, y qué delantero centro. En la noche del domingo salió al rescate de los alemanes Niclas Füllkrug, hasta ahora un desconocido a nivel internacional, un sorpresivo «asesino con el hueco entre los dientes», según el venerable «The Times» británico.
«Un tipo increíblemente asombroso», calificó el veterano Thomas Müller al dueño de un letal pie derecho, un jugador que hace un año por estas fechas militaba con su Werder Bremen en la segunda división germana. El capitán Manuel Neuer volcó su entusiasmo en pocas palabras: «Súper como persona, y también como jugador».
La frase más acertada sobre Füllkrug, apodado «Lücke» («Hueco» por un hueco visible en la dentadura), la formuló el defensa Antonio Rüdiger tras el trepidante 1-1 de los germanos contra España. «Niclas nos da algo en la delantera que no tenemos».
Füllkrug satisface el anhelo en el país de los tetracampeones del mundo por un verdadero nueve. Lo hizo el minuto 83, cuando se convirtió decididamente en ladrón de balones en el área y con su brillante disparo proporcionó las primeras sensaciones de felicidad alemana en este controvertido Mundial de Catar.
El jugador de 29 años, que se convirtió en internacional tan solo once días antes en Omán (por cierto, con el gol de la victoria, que supuso el 1-0), se plantó en el estadio del Al-Bait después de la medianoche y no quiso dar más relevancia a su importantísimo gol.
«Estoy muy relajado en estas situaciones. No es el primer gol que marco, ni el primero importante. Y el único gol que he marcado me sirve de relativamente poco si al final no pasamos la fase de grupos», dijo Füllkrug tras su primera diana mundialista.
«L’Équipe», el principal medio deportivo de Francia, se preguntaba: «¿Quién es Niclas Füllkrug, el atacante del Werder Bremen?». Y dio la respuesta: «La sorpresa en la lista de Hans-Dieter Flick para el Mundial de Catar«. El hombre que los españoles no tenían en su lista porque no lo conocen de la Liga de Campeones.
Füllkrug llenó con fuerza los espacios vacíos en el área contraria, donde Kai Havertz contra Japón (derrota de 2-1) y Müller fueron, como mucho, soluciones improvisadas hasta su sustitución contra España. «Creo que era importante que alguien rompiera el nudo», dijo el hombre de la noche.
Otra frase suya también fue acertada: «Tampoco hay que volverse loco ahora, es un 1-1 y no una victoria». El jueves, frente a Costa Rica, sigue existiendo la amenaza de la eliminación de la ronda preliminar.
El delantero centro convocado tan tarde, es ahora el faro de la esperanza. Un hombre que tuvo daños en el cartílago de ambas rodillas. A quien una rotura del ligamento cruzado hizo retroceder en su carrera.
Un jugador que hace un año disputaba la segunda división, sentándose en el banquillo a veces. Y quien con diez goles en esta temporada de la Bundesliga, se puso en el punto de mira de Hansi Flick.
Trae consigo el «impulso», dijo el seleccionador Flick. La confianza en sí mismo, la carrera que necesita un delantero. «Fülle es un líder del equipo, aporta mucha energía», dijo hoy el asistente de Flick, Danny Röhl.
Füllkrug lo demostró cuando disparó al arco de Unai Simón. Robó con descaro el balón en el pie de Jamal Musiala, lo tomó con la izquierda y lo metió por la escuadra con la derecha.
«Yo estaba totalmente en la carrera. Jamal hizo una gran parada en el balón. Y entonces el balón estaba en mis pies. Lo tomé porque estaba en el ritmo. Y luego fue sólo el instinto. Es bonito que el balón acabe así en la esquina», describió Füllkrug su gran momento.
«Hay jugadores tan instintivos que simplemente toman esa decisión. Lo ha hecho con mucha seguridad y sin equivocarse en el tiro. Eso es lo que necesitamos», dijo el guardameta Neuer, elogiando al novato del torneo, que ya ha disputado dos partidos en el mundial.
«Creo que ha demostrado cómo marcar goles con su determinación. Eso es lo que lo distingue. Por eso está dentro. Da mucho al equipo, no solo este gol», dijo Flick.
Por cierto, Horst Hrubesch, el legendario monstruo de los cabezazos, debutó en la selección germana en 1980, poco antes de la Eurocopa de Italia. Fue nominado para el torneo porque Klaus Fischer se había lesionado. Hrubesch marcó los dos goles de la victoria por 2-1 sobre Bélgica en la final. Tenía entonces 29 años, igual que Füllkrug hoy.
Por Klaus Bergmann y Arne Richter (dpa)