(EP) – Las actuales promesas climáticas del mundo son insuficientes para mantener el objetivo del Acuerdo de París de 2015 al alcance de la mano y es probable que el calentamiento global supere el límite de 1,5 grados centígrados establecidos, según un estudio publicado en la revista ‘Nature Climate Change’, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, COP27, que se celebra en Sharm El Sheikh (Egipto).
Pero los países pueden frenar el paso a un mundo más cálido adoptando compromisos climáticos más ambiciosos y descarbonizando más rápidamente, según una nueva investigación dirigida por científicos del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico del Departamento de Energía, la Universidad de Maryland y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Advierten de que hacerlo es la única manera de minimizar el rebasamiento.
Aunque superar el límite de 1,5 grados parece inevitable, los investigadores trazan varias vías posibles para acortar el periodo de rebasamiento, en algunos casos durante décadas.
«Aceptémoslo. Vamos a superar el límite de 1,5 grados en las próximas dos décadas –señala el autor correspondiente y científico del PNNL, Haewon McJeon–. Eso significa que subiremos a 1,6 o 1,7 grados o más, y tendremos que volver a bajar a 1,5. Pero la rapidez con la que lo bajemos es la clave».
Cada segundo que se reduzca del rebasamiento se traduce en menos tiempo para las consecuencias más dañinas del calentamiento global, desde el clima extremo hasta el aumento del nivel del mar. Renunciar o retrasar objetivos más ambiciosos podría acarrear «consecuencias irreversibles y adversas para los sistemas humanos y naturales», advierte el autor principal, Gokul Iyer, científico junto a McJeon en el Instituto Conjunto de Investigación sobre el Cambio Global, una asociación entre el PNNL y la Universidad de Maryland.
«Avanzar rápidamente significa alcanzar antes los compromisos de cero emisiones, descarbonizar más rápidamente y alcanzar objetivos de emisiones más ambiciosos –prosigue–. Cada pequeña cosa ayuda, y se necesita una combinación de todo ello. Pero nuestros resultados muestran que lo más importante es hacerlo pronto. Hacerlo ahora, en realidad».
Durante la COP26 de 2021, el mismo equipo de investigación descubrió que los compromisos entonces actualizados podrían aumentar sustancialmente la posibilidad de limitar el calentamiento a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. En su nuevo documento, los autores dan un paso más para responder a la pregunta de cómo pasar de 2 a 1,5 grados.
«Los compromisos de 2021 no se acercan a los 1,5 grados, por lo que nos vemos obligados a centrarnos en el rebasamiento –subraya el científico del PNNL Yang Ou, que codirigió el estudio–. En este caso, estamos tratando de proporcionar apoyo científico para ayudar a responder a la pregunta: ¿Qué tipo de mecanismo de trinquete nos haría volver a bajar y estar por debajo de 1,5 grados? Esa es la motivación de este trabajo».
Los autores han elaborado un modelo de 27 escenarios de emisiones en total, cada uno de los cuales varía en cuanto a su ambición, para explorar el grado de calentamiento que probablemente seguiría cada curso de acción. En un nivel básico, los autores suponen que los países cumplirán sus compromisos de emisiones y sus estrategias a largo plazo según lo previsto.
En escenarios más ambiciosos, los autores modelizan el grado de calentamiento que se limita cuando los países se descarbonizan más rápidamente y adelantan las fechas de sus compromisos de cero emisiones. Sus resultados subrayan la importancia de «aumentar la ambición a corto plazo», lo que implica una rápida reducción de las emisiones de dióxido de carbono de todos los sectores del sistema energético, inmediatamente y hasta 2030.
Si los países mantienen sus contribuciones determinadas a nivel nacional hasta 2030 y siguen una tasa mínima de descarbonización del dos por ciento, por ejemplo, los niveles mundiales de dióxido de carbono no alcanzarían el cero neto este siglo, advierten los investigadores.
Sin embargo, si se adopta la vía más ambiciosa, las emisiones de dióxido de carbono serían nulas en 2057. Esta vía, escriben los autores, está marcada por «rápidas transformaciones en todo el sistema energético mundial» y por la ampliación de «tecnologías de baja emisión de carbono como las renovables, la energía nuclear, así como la captura y el almacenamiento de carbono».
«Las tecnologías que nos ayudan a llegar a las emisiones cero incluyen las renovables, el hidrógeno, los coches eléctricos, etc. Por supuesto, son actores importantes –afirma Iyer–. Otra pieza importante del rompecabezas son las tecnologías que pueden eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, como la captura directa del aire o las soluciones basadas en la naturaleza».
Los escenarios más ambiciosos esbozados en su trabajo pretenden ser ilustrativos de las vías que se ofrecen, pero la conclusión central sigue siendo clara en todos los escenarios modelados: si se quiere recuperar 1,5 grados antes de que nos calentemos más, hay que hacer promesas climáticas más ambiciosas.