(EP) – El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha propuesto este martes plantear al Gobierno central un «acuerdo de claridad» para sentar las bases para pactar un referéndum de autodeterminación, un mecanismo similar a la Ley de claridad que aprobó Canadá para el referéndum de independencia de Quebec.
Lo ha anunciado en su discurso en el Debate de Política General que se celebra en el Parlament, en el que ha planteado esta propuesta que contempla en dos fases: una primera inmediata para recoger el máximo de consenso en Cataluña alrededor de esta iniciativa, y una segunda para llevarla a la negociación con el Gobierno.
Aragonès considera que esta propuesta, que ha comunicado previamente a Junts, es viable para que la ciudadanía de Cataluña vote su futuro, también cree que es «inclusiva» para que toda la población se sienta implicada y todas las partes, tanto los que defienden la independencia como los que no, reconozcan este instrumento, y además consiga el acompañamiento y el apoyo de la comunidad internacional.
«Una propuesta inclusiva porque va dirigida a todos los y las demócratas, sean independentistas o no lo sean. Y una propuesta explicable y homologable a nivel internacional porque otros países han partido de propuestas similares y porque sin ningún tipo de duda, nos abre puertas que hasta el momento se han mantenido cerradas», ha subrayado.
DESJUDICIALIZACIÓN
El jefe del Ejecutivo entiende que la negociación con el Gobierno en la mesa de diálogo tiene dos patas: la «represión», ante lo que él defiende la amnistía, y la autodeterminación, por lo que reivindica la necesidad de celebrar un referéndum.
Considera que el «primer paso para superar el bloqueo es poner fin de una vez a toda forma de represión» contra el independentismo y ha destacado que ya se han hecho pasos en este sentido, como los indultos a los presos del 1-O y el acuerdo que la Generalitat y el Gobierno alcanzaron en la mesa de diálogo para desjudicializar el conflicto, que contempla impulsar reformas legislativas que se lleven a cabo antes de finalizar el año.
«Debe significar un primer paso para conseguir los efectos de una amnistía. Sabemos que no será sencillo. Solo hace falta ver la oposición frontal del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Pero es una vía que hay que explorar para que nadie más entre en la cárcel», y ha criticado el juicio que afronta la portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, esta semana por negarse a contestar a Vox en el juicio del 1-O y el juicio a la anterior Mesa de la Cámara catalana.
«REFERÉNDUM EFECTIVO»
Sin embargo, ha advertido de que para superar el conflicto no solo es suficiente con la desjudicialización y con conseguir los efectos de una amnistía, sino que «hay que abordar de una vez la incapacidad del Estado de dar respuesta a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de Cataluña que quiere decidir el futuro político del país votando».
De esta manera, la propuesta que ha lanzado este martes busca resolver el segundo aspecto de la negociación, ya que está convencido de que «esta es la vía más rápida y eficiente para volver a votar».
«El acuerdo de claridad es la vía para hacer un referéndum efectivo que permita traducir la decisión de la ciudadanía en consecuencias políticas», y ha reivindicado que, a su juicio, en Cataluña hay una mayoría amplia a favor de un referéndum.
Citando una encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, que concluye que un 82% de los catalanes está de acuerdo con un referéndum, ha señalado que también se trata de una opción mayoritaria también entre los votantes de los comuns y del PSC: «Esta mayoría social existe y no se puede ignorar. Por eso todos nos tenemos que implicar y tener la habilidad de aglutinarla alrededor de un gran consenso, de un gran acuerdo de país sobre cuándo y cómo Cataluña volverá a votar».
Con esta idea, Aragonès quiere proponer al Estado un acuerdo de claridad democrática, que establezca las bases y las condiciones para que Cataluña pueda ejercer el derecho a la autodeterminación en un «referéndum efectivo».
«Un acuerdo marco que ofrezca garantías democráticas a todo el mundo, que unifique criterios y establezca las bases y las condiciones para poder hacer el referéndum efectivo donde todo el mundo se sienta incluido y donde todo el mundo acepte el resultado», ha resumido.
Ha argumentado que es un instrumento que utilizó Canadá para que Quebec celebrara un referéndum de independencia y que el Reino Unido y Escocia también llevaron a cabo una negociación similar para el referéndum de 2014.
DOS FASES
Aragonès contempla que esta propuesta tenga dos fases: la primera será un proceso interno dirigido desde el Govern junto a partidos, entidades y diferentes actores para construir la propuesta catalana de acuerdo de claridad: «Construiremos un gran acuerdo representativo de la pluralidad y diversidad que existe en el país».
Una vez finalizada esta fase interna en Cataluña, la idea de Aragonès es trasladar al Gobierno el acuerdo que se alcance entre todos estos actores y negociar las bases para pactar un referéndum de autodeterminación.
Cree que la primera fase debe servir para traducir el consenso que ve en la sociedad catalana a favor de un referéndum en una propuesta concreta para negociarla posteriormente con el Estado, y ha defendido que es una manera de superar el bloqueo de los últimos años y de iniciar un nuevo ciclo «de propuesta, de deliberación, de participación, de movilización, de consensos y de resultados».
«Ha llegado el momento de volverlo a hacer. De volver a hacer una propuesta de país. Ha llegado la hora de superar la situación de bloqueo con una propuesta constructiva y en positivo, que busca construir consensos, que no va en contra de nadie, que quiere recoger las aportaciones de todas las partes de tal manera que todo el mundo se sienta incluido. Y que, indudablemente, suma complicidades a todos los niveles», ha recalcado.
Aragonès ha insistido en que se trata de la propuesta «más inclusiva, más democrática y más explicable a la comunidad internacional», y por eso confía en sumar complicidades más allá independentismo, por lo que antes de anunciarla en el Parlament Aragonès ha realizado una ronda con grupos de la oposición para informarles.
«El acuerdo de claridad es la herramienta que necesitamos para resolver el conflicto político con el Estado. Por eso, quiero animar a todo el mundo que quiera afrontar la resolución del conflicto a implicarse. Por compromiso democrático, por respeto a la voluntad mayoritaria de la ciudadanía de Cataluña», ha concluido.
Al finalizar su discurso Aragonès ha sido aplaudido por los consellers y los diputados de ERC, el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, y el resto de consellers de Junts, excepto la de Investigación y Universidades, Gemma Geis, mientras que los diputados de Junts tampoco han participado en la ovación.