(EP) – El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha contabilizado 360 muertes atribuibles a las altas temperaturas registradas en los seis primeros días de la ola de calor que afecta a España (del 10 de julio al 15 de julio).
El último dato que recoge la estadística de Monitorización de la mortalidad diaria por exceso de temperatura es el referido al viernes 15 de julio, que es el pico máximo, con 123 decesos en un día.
A nivel detallado, el primer día de la ola de calor, el pasado domingo día 10, se produjeron, según las cifras del ISCIII, 15 muertes atribuibles a la temperatura. Desde entonces, se ha producido una escalada continua, ya que al siguiente día, el lunes 11 se registraron 28 fallecimientos por exceso de temperatura.
Este dato aumentó hasta los 41 casos del martes 12 de julio y hasta los 60 fallecidos el miércoles 13. El siguiente día, el 14 de julio ha sido, junto al viernes, de los peores días de la ola de calor, ya que en algunos municipios se registraron valores cercanos a los 44 o 45ºC, como en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir; los 42ºC en el valle del Miño y los 41ºC en el valle del Ebro y en la zona centro.
Este jueves se produjeron 93 fallecimientos por el calor, una cifra que aumentó hasta los 123 ayer viernes 15 de julio.
PROTECCIÓN CIVIL MANTIENE LA ALERTA POR OLA DE CALOR
La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, de acuerdo con las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), mantiene la alerta por ola de calor durante el fin de semana.
Este sábado el aviso por riesgo extremo está activado en zonas de Zaragoza, Cantabria, Badajoz, Navarra y La Rioja. Los avisos de nivel naranja por altas temperaturas continuarán predominando en el territorio peninsular.
El domingo previsiblemente no habrá zonas con aviso rojo pero la ola de calor continuará afectando a casi toda la Península y Baleares.
RECOMENDACIONES
Las recomendaciones de Protección Civil ante las altas temperaturas son limitar la exposición al sol, mantenerse en lugares bien ventilados, ingerir comidas ligeras y regulares, ricas en agua y sales minerales, como frutas y hortalizas y beber frecuentemente agua o líquidos.
También es recomendable vestirse con ropa de colores claros, cubriendo la mayor superficie de piel posible y la cabeza, evitar ejercicios físicos prolongados en las horas centrales del día, e interesarse por las personas mayores y enfermas, y aquéllas que vivan solas o aisladas.