(dpa) – ¿Cómo pueden judíos, musulmanes o cristianos encontrar una pareja que siga los principios religiosos y además en época de pandemia?
Del mismo modo que existen nichos de cita para los amantes del fitness, de las motos o los animales, también hay aplicaciones que se centran en la fe.
La inscripción es sencilla, al igual que en la mayoría de las plataformas de citas. El primer paso es elaborar un perfil con datos personales como edad, profesión, hobbys o carácter. Se adjunta una foto y ya se forma parte del grupo de personas que busca una pareja, quizá aquella para toda la vida.
Sin embargo, la nueva plataforma JSG agrega algunas preguntas más: «¿Tu madre y tu abuela materna son judías? ¿Vives kosher? ¿Celebras el sabbat?»
JSG, que fue lanzada recientemente por la Asociación de Comunidades Judías del Golfo (AGJC), pone en contacto a solteras y solteros judíos que residen por ejemplo en los Emiratos Árabes Unidos, Baréin o Catar. Aquellas personas que quieran utilizar los servicios de esta plataforma deben definir qué papel desempeña la religión en su vida.
Mientras hace diez o veinte años las citas online eran un fenómeno marginal, las grandes plataformas como Tinder, Badoo, Bumble y OK Cupid son cada vez más populares y tendencia en muchos países. Al mismo tiempo, crece la oferta de las llamadas plataformas de citas de nicho.
El amplio universo de solteros se reduce y se filtra, por ejemplo, en función de su estado atlético, de enfermedades preexistentes, de la orientación sexual, del amor por los animales o incluso de la fe.
«Las citas entre judíos son difíciles incluso en condiciones ideales, y más aún durante covid-19», señala Benjamin, que no quiere revelar su nombre real.
Residir en los países del Golfo, donde comparativamente vive poca gente de fe judía, lo hace «aún más complejo», agrega. Benjamin se trasladó de Londres a Dubai en 2019 por su trabajo en el sector de finanzas y se acaba de registrar en JSG. Para este joven de 28 años, vivir como judío significa, sobre todo, compartir «valores, intereses y tradiciones».
Fundada en 2015, Mutzmatch cuenta con cuatro millones de miembros y dice ser la mayor plataforma de solteros musulmanes en el mundo. Los usuarios pueden optar entre 16 idiomas y generar filtros en función de la religiosidad, la vestimenta y la frecuencia de rezo de la contraparte.
«Empiece hoy mismo su viaje hacia el matrimonio», anuncia la aplicación, que se describe a sí misma como «halal, gratuita y divertida».
Más antigua aún es Christian Mingle, que comenzó como un sitio web en Estados Unidos en 2001 y ahora cuenta con 15 millones de miembros.
El objetivo de esta plataforma es que mujeres y hombres cristianos lleven adelante una «relación amorosa, basada en la fe y el amor compartidos, con Dios en el centro de sus vidas».
Las historias de éxito de cientos de parejas felices están ahí para convencer a los que dudan de si Internet puede ser realmente un lugar de encuentro para el amor verdadero.
Durante los casi dos años de pandemia de coronavirus, no solo los solteros tuvieron tiempo para reflexionar sobre lo que para ellos es importante en la vida y en una relación.
Según Julie Spira, las personas quieren centrarse ahora en su estilo de vida y sus valores. La autora estadounidense escribió un libro sobre encuentros online y fundó una consultora de citas.
En una encuesta realizada por la asociación digital Bitkom en febrero en Alemania, el 70 por ciento de los encuestados afirmó que sin las plataformas de citas no hubiesen conocido gente nueva durante la pandemia.
Es por eso que surgen cada vez más servicios especializados en las tiendas de aplicaciones. Hoy en día existen plataformas de citas para deportistas (TeamUp), abstemios (Loosid), amantes de los perros (Dig), aficionados a los videojuegos (Kippo), agricultores (Landwirt Flirt) y ricos (Luxy), como así también para los vegetarianos (Veggly), los padres solteros (NextLove), los mayores de 50 años (SilberSingles) y los aficionados a las motos (Biker Planet).
Por lo tanto, hay mucha búsqueda de pareja digital, mayormente se efectúa por algoritmo.
Por el contrario, JSG (Jewish Singles in the Gulf) recurre a los «casamenteros» tradicionales, que examinan los perfiles y luego hacen sugerencias de pareja. Y eso es lo que aprecia sobre todo Benjamin y anima a los tímidos a tener citas online. «¿Por qué no? No hay nada que perder y todo que ganar».
Por Johannes Sadek (dpa)