(EP) – La Asamblea de la República de Portugal ha aprobado este viernes de nuevo una ley que regula la eutanasia, después de que la anterior versión, avalada por los diputados en enero, fuese cuestionada por el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, y por el Tribunal Constitucional por la vaguedad de algunos de los conceptos que terminarán definiendo la aplicación práctica de este nuevo derecho.
El primer intento se topó con las dudas de Rebelo de Sousa, que hizo uso de su competencia para consultar al Constitucional y paralizó la promulgación final. Los jueces entendieron que el texto era poco explícito a la hora de detallar qué podía considerarse como «lesión definitiva de extrema gravedad» o «situación de sufrimiento intolerable», pilares sobre los que justificar la muerte asistida.
El nuevo texto ha salido adelante con 138 votos a favor, 84 en contra y cinco abstenciones, informa la cadena pública RTP. La mayor parte de los diputados del gobernante Partido Socialista, las formaciones de izquierda y 13 diputados del conservador Partido Social Demócrata (PSD), el principal de la oposición, han dicho sí, por lo que la pelota vuelve a estar en el tejado del jefe de Estado.
El documento actualizado describe la enfermedad grave o incurable como «potencialmente mortal, avanzada y progresiva», que «provoca gran intensidad de sufrimiento», mientras que en el caso del sufrimiento se establece que debe ser «con gran intensidad, persistente, continuo o permanente y considerado intolerable por la persona» afectada, entre otras matizaciones introducidas en esta revisión.