(dpa) – Keyless Go es un sistema que permite a los usuarios acceder a los sistemas de su coche de forma remota: en cuanto estos se alejan o se acercan al vehículo, las puertas del mismo se bloquean o se abren por señal de radio. Hasta aquí, todo muy práctico. Lamentablemente, los delincuentes también utilizan esta tecnología para robar el coche o hacerse con los objetos de valor depositados en su interior.
«Para robar vehículos equipados con Keyless Go, no es necesario piratear datos ni utilizar complicadas técnicas de descifrado», señala Constantin Hack, redactor de seguridad vial y tecnología del Auto Club Europa (ACE), el segundo automóvil club más importante de Alemania.
Todo lo que se necesita, explica, es el llamado extensor de rango, dispositivo que aquellos que así lo deseen pueden construir muy fácilmente: «La señal de radio se amplifica de manera tal que engaña al coche y le hace pensar que la llave está cerca y puede abrir las puertas».
El problema es que los propietarios de los vehículos no suelen darse cuenta de lo que está ocurriendo. «Un usuario normal ni siquiera se percata del robo de datos; basta con que alguien esté lo suficientemente cerca para interceptar los datos de la llave», explica Peter Holmstoel, experto en seguridad de la Asociación Alemana de Seguros (GDV).
Los delincuentes, prosigue, llevan mucho tiempo especializándose en el sistema Keyless Go, y no solo tienen los conocimientos técnicos, sino también la tecnología necesaria para abrir y robar un vehículo sin que nadie se percate.
Sin embargo, hay sencillas medidas que se pueden tomar y que proporcionan un cierto grado de seguridad. «Lo mejor es aparcar el vehículo durante la noche en un garaje individual con llave», aconseja Hack, sabiendo perfectamente que no todo el mundo tiene esta posibilidad.
«También ayuda aparcar siempre el coche en un lugar bien visible, idealmente bajo una farola, por ejemplo», señala Holmstoel: «A los delincuentes no les gusta la luminosidad ni la visibilidad». Además, prosigue, es fundamental prestar atención a si el vehículo emite la señal visual y/o acústica adecuada cuando se bloquea.
«Si el vehículo emite un pitido y/o un parpadeo, se puede estar seguro de que ninguna tecnología ha interceptado la señal entre la llave y el vehículo», asevera el experto.
Más allá de estas precauciones básicas, se pueden tener en cuenta otras medidas para impedir estos actos de delincuencia. «Es aconsejable guardar la llave a distancia por separado. Para ello, hay cajas especiales que protegen las llaves», explica Hack. «De este modo, la señal de la llave ya no puede interceptarse, por ejemplo, cuando el delincuente pasa por delante de uno en un aparcamiento».
Sin embargo, dado que esta señal también es lo suficientemente fuerte como para penetrar las puertas o incluso las paredes, las llaves de radio en el interior de los edificios generalmente no deben guardarse cerca de las puertas y ventanas exteriores.
«Los delincuentes suelen también recorrer las escaleras de los edificios de apartamentos para interceptar las señales en las puertas de los pisos», advierte Holmstoel, y recomienda no guardar las cajas con la llave cerca de la puerta de ingreso al departamento.
Por supuesto, también se puede utilizar una tecnología propia que contrataque la de los ladrones. «Hay sistemas de alarma e inmovilizadores electrónicos que dificultan el robo, ya que tienen que ser desactivados con ayuda de un pequeño transmisor adicional», explica Hack.
Las señales de estos dispositivos adicionales, puntualiza el experto, suelen transmitir en una frecuencia diferente, lo que representa un obstáculo para los ladrones. «Por ahora», acota, ya que los ladrones también se actualizan a medida que se desarrolla la tecnología.
Ambos expertos están de acuerdo: no existe una protección al cien por cien. Al menos, no si no quiere prescindir de esta cómoda tecnología. La forma más segura de evitar el uso indebido de la llave remota es no utilizar Keyless Go en absoluto.
«Las llaves remotas siempre son suministradas con una clásica llave metálica», señala Hack refiriéndose a la forma tradicional de abrir una puerta. Y si se quiere ir sobre seguro, lo mejor es utilizar una garra para el volante: «La mera visión de la misma suele disuadir a los posibles ladrones».
Por Andreas Kötter (dpa)