(EP) – La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes el «maltrato» y el «aislamiento» al que están siendo sometidos en las escuelas de Corea del Sur los estudiantes que pertenecen a la comunidad de LGTB, lo que en la mayoría de los casos deriva en el abandono de sus estudios.
En un último estudio elaborado a dos manos entre HRW y la Clínica Lowenstein de la Facultad de Derechos de Yale, se pone de relieve «la intimidación, el acoso, la falta de apoyo a la salud mental, la exclusión de los planes de estudios escolares» que muchos de estos jóvenes estudiantes surcoreanos están padeciendo en las escuelas del país.
«El Gobierno de Corea del Sur debe implementar medidas de protección contra la discriminación y garantizar que los jóvenes LGBT tengan recursos de apoyo para salvaguardar su salud y educación», ha enfatizado HRW.
El responsable de la oficina de Derechos LGTB de HRW, Ryan Thoreson, ha denunciado que este acoso y discriminación en las aulas de Corea del Sur procede tanto de otros estudiantes como de los «adultos» de los centros. Sin protecciones claras, muchos estudiantes sufren en silencio a expensas de su educación y bienestar», lamenta.
La ONG y la Clínica Lowenstein han tenido acceso a más de medio centenar de testimonios, entre alumnos, personal docente, progenitores y trabajadores públicos y activistas de este colectivo, de varias regiones, como Seúl, Cheongju y Cheonan.
Muchos de los estudiantes entrevistados han coincidido en señalar que se «sintieron solos» cuando hicieron públicas su condición y preferencias sexuales, o bien «no sabían a dónde acudir en busca de información y apoyo cuando tenían preguntas o estaban sufriendo maltrato en la escuela».
«Los jóvenes entrevistados describieron haber sido excluidos y condenados al ostracismo, ser atacados o acosados a través de las redes sociales», pero también de manera «física o sexual», cuenta el informe.
El informe también relata que la situación en estos centros se ve agravada debido a la escasa capacitación del personal docente y de los consejeros educativos para abordar este tipo de realidades. Los estudiantes lamentan no sentir la confianza necesaria para tratar esta problemática con unos profesionales que en la mayoría de los casos opta por relativizar lo ocurrido o bien criticar a la víctima.
PAPEL DE LAS AUTORIDADES
HRW apunta que a pesar de que algunos municipios han sacado adelante legislaciones que promueven la aceptación y la igualdad de derechos de la comunidad LGTB con el resto de la sociedad, el Gobierno central de Corea del Sur todavía no ha dado este paso, por lo que a pesar de la denuncias que se puedan presentar, no existe una autoridad legal sólida para dar respuesta a las mismas.
A su vez, las propuestas legislativas que se han presentado se han encontrado con «una feroz oposición de los grupos conservadores», oponiéndose abiertamente a cualquier reconocimiento o protección de los derechos de las personas LGBT.
«A pesar del aumento del apoyo popular a la comunidad LGTB y sus derechos, los legisladores no han podido aprobar un proyecto de ley integral contra la discriminación, lo que pone al colectivo en riesgo de ser ninguneadas, rechazadas y maltratadas debido a su orientación sexual o identidad de género», lamenta la ONG.
«La Asamblea Nacional debe promulgar una ley integral contra la discriminación y el acoso escolar. Los ministerios de Educación y de Igualdad de Género y Familia deben tomar medidas para incluir material LGBT tanto en el plan de estudios nacional de educación sexual como en los recursos de salud mental que están disponibles para los jóvenes en Corea del Sur», solicita el informe.
«Las escuelas deben ser espacios seguros e inclusivos para que todos los jóvenes puedan aprender», señala Thoreson, quien pide a legisladores y funcionarios escolares «tomar medidas significativas para que estos estudiantes puedan aprender y prosperar sin temor a la intimidación, la exclusión y la exposición».