Münsingen (Alemania), 22 ago (dpa) – Dos zapateros alemanes crearon, con la ayuda de un carpintero, un zapato de la talla 240 solo por amor a los zapatos y a su oficio.
El gigantesco zapato negro y marrón se encuentra junto a su horma en el taller de Matthäus Jörg en la localidad de Münsingen, en el estado federado de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania.
Según detalló Jörg, el zapato mide 1,6 metros de largo y pesa 27 kilogramos, mientras que su horma pesa 57 kilogramos.
Un carpintero amigo ayudó a fabricar el gigantesco zapato y creó una horma con 0,7 metros de madera maciza de tilo. La horma está compuesta de ocho piezas que se pueden atornillar.
«Tiene que ser así para poder sacar la horma del zapato», explica Jörg, de 72 años. La idea de hacer zapatos gigantes se le ocurrió en los años 90.
El zapatero necesitó 19 metros cuadrados, lo que equivale a dos cueros de vaca, para realizar la suela, la parte superior y el forro del zapato. La creación le demandó unas 220 horas de trabajo que repartió a lo largo de varios meses.
Jörg estima que unos 800.000 zapatos pasaron a lo largo de 20 años por sus manos, mientras que ha reparado más de 20.000.
Además del zapato gigante talla 240, también posee zapatos que van de las tallas 17 hasta la 135 y otras rarezas como un zapato de soldado de montaña del año 1927.
Jörg y su amigo Johannes Schunk, de la ciudad de Ulm y de su misma edad, comenzaron como aprendices a los 14 años. Ninguno de los dos quería ser zapatero, pero sus respectivos padres tenían talleres y debieron abocarse al oficio.
«A los 25 años me metí de lleno en la profesión. Y ahora, al hacerme mayor, es aún peor», dice Jörg, que en realidad hubiera preferido en aquella época dedicarse al comercio.
El zapatero se jubiló hace unos diez años, pero no perdió su amor por los zapatos, por lo que sigue activo en el oficio.
Schunk, quien admite que hubiera preferido ser cocinero, relata que en Ulm ha buscado a lo largo de tres años un sucesor para su taller, pero sin éxito.
Según estimaciones de la asociación que nuclea a los zapateros alemanes, el año pasado quedaban en el país europeo solo entre 500 y 600 zapateros.