Berlín (dpa) – Un solitario gol de Kai Havertz le dio al Chelsea su segunda corona de la Liga de Campeones nueve años después de la primera, con una merecida victoria en la final por 1-0 sobre su rival local, el Manchester City, el sábado en Oporto.
Miles de aficionados del Chelsea acudieron a ver a su equipo levantar el trofeo en el Estadio del Dragao, ya que la final se había trasladado desde Estambul al estar Portugal sometida a restricciones menos severas por el coronavirus.
Havertz desató las celebraciones con su gol en el minuto 42, creado por un gran pase de Mason Mount que dividió a la defensa y permitió al alemán de 21 años escapar del portero Ederson y marcar.
El City ganó el campeonato doméstico con diferencia, pero perdió ante el Chelsea tanto en la liga como en la Copa de la FA, mientras el entrenador de los Blues, Thomas Tuchel, completaba una historia de éxito fulgurante desde que tomó el relevo de Frank Lampard en enero.
La derrota en su primera final de la Liga de Campeones significa que el City se queda sin el mayor premio del fútbol europeo a pesar de los miles de millones de dólares gastados durante años por sus propietarios de Abu Dhabi.
El Chelsea vuelve a ser el rey y Tuchel tiene la gloria en el segundo intento tras perder en la final con el París Saint-Germain la temporada pasada. Como en 2012, el club de Stamford Bridge ganó habiendo cambiado de entrenador a mitad de temporada.
Su homólogo Pep Guardiola entrenaba en la final de la Liga de Campeones por primera vez desde su segundo triunfo con el Barcelona en 2011, pero pagó el precio de una alineación del City increíblemente ofensiva.
Los anclajes del mediocampo Fernandinho y Rodri fueron descartados, mientras que Ilkay Guendogan asumió el papel más profundo en el centro del campo, mientras que Kevin De Bruyne y Bernando Silva apoyaron a Riyad Mahrez, Raheem Sterling y Phil Foden.
Esto quedó al descubierto cuando un pase largo de Mount por el centro encontró a Havertz cortando para recoger y terminar su primer gol en la Liga de Campeones.
Era lo mínimo que merecía el Chelsea, después de que Timo Werner, compatriota de Havertz, desperdiciara dos grandes ocasiones anteriores para abrir el marcador.
El malogrado delantero se hizo con un balón al aire libre tras un recorte de Havertz y envió un débil disparo directo a Ederson tras ser encontrado por Mount.
El City, en cambio, no pudo atravesar el sólido esquema del Chelsea, que contaba con Jorginho y N’Golo Kanté en el centro del campo, y ni siquiera la pérdida del veterano defensa Thiago Silva por lesión en la primera parte les perturbó.
A pesar de la abundancia de jugadores creativos del City, su mejor ocasión de la primera parte fue un balón largo de Ederson por encima de la defensa, pero el inteligente intento de Sterling fue frustrado por el portero del Chelsea Edouard Mendy.
No les fue mejor en el inicio de la segunda parte y la mala noche de De Bruyne terminó de forma decepcionante cuando fue sustituido por Gabriel Jesús con un golpe en la cabeza tras un choque con Antonio Rüdiger.
Fernandinho sustituyó a Silva, pero la siguiente oportunidad fue para el Chelsea, cuando Havertz asistió al suplente Christian Pulisic para que éste rematara fuera en el descanso.
El goleador Sergio Agüero entró en juego a falta de 14 minutos para el final de su último partido con el City, pero la derrota se produjo cuando el incómodo disparo de Mahrez se fue alto en el último minuto del tiempo añadido.
By Derek Wilson, dpa