El mundo del juego ha tenido tradicionalmente un aura que ha logrado mezclar desde el glamour hasta cierto aire clandestino. De hecho, en nuestro país, el juego fue legalizado una vez asentada la democracia, concretamente mediante el Real Decreto 444/1977, del 11 de marzo. Sin embargo, es inminente la puesta en marcha de una nueva regulación sobre la publicidad de este tipo de servicios, que ha crecido exponencialmente en internet, pone en una posición muy complicada al sector del juego. En los meses sucesivos entrará en vigor un nuevo Real Decreto que hará que la publicidad de los casinos y las casas de apuestas quede muy limitada.
Hace ya 10 años, la ley 13/2011 de 27 de mayo quedó aprobada con el objetivo de regular el juego en nuestro país, sin embargo, no hacía referencia a la publicidad. De tal forma, que este nuevo decreto surge como un complemento al ya existente. No cabe duda de que se trata de una manera de blindar el alcance publicitario de los casinos y casas de apuestas, tal y como en su momento no sufrieron las empresas de bebidas alcohólicas o de tabaco.
Los cambios que se avecinan en materia de juego
Se pondrán en marcha una serie de cambios que tiene como objetivo tratar de proteger al posible jugador, limitando la posibilidad de que reciba información publicitaria de su interés. De momento no hay una fecha completa sobre la aplicación y entrada en vigor de este nuevo decreto, sin embargo, probablemente se espere a que finalice la competición deportiva de fútbol en España para comenzar a ponerla en marcha. Probablemente se haga durante el verano y antes de que comience la nueva temporada liguera.
Algunos de los aspectos más relevantes sobre esta nueva normativa son los siguientes:
- Los bonos de bienvenida, un incentivo muy interesante para quienes desean iniciarse en el mundo del juego, quedan prohibidos para nuevos usuarios. Es decir, recibir un bono solo será posible en el caso de usuarios que ya están registrados y que tengan su identidad totalmente verificada. Con ello, se pretende limitar el acceso al mundo de las apuestas de una manera bastante más estricta.
- La publicidad sobre casinos o sobre juegos tan relevantes como la ruleta en vivo Queda limitada a un estrecho margen horario que es entre la una y las cinco de la madrugada, un horario en el que los menores han de estar durmiendo. Esta limitación es extensible a las redes sociales. No habrá restricción horaria para esta publicidad en las propias webs de los casinos. Proteger a los menores de edad es el objetivo de este recorte publicitario, en todo caso, los casinos si escrupulosamente la normativa verificando siempre la identidad de los nuevos jugadores.
- Se acabó a la práctica de qué casas de apuestas o casino patrocine a clubes deportivos o eventos de este tipo. Se pretende no asociar una actividad como el juego con una práctica que atrae a gran cantidad de menores.
- Sin abandonar el ámbito publicitario, hay que decir adiós a que figuras relevantes como personas famosas o estrellas del deporte apoyen este tipo de campañas sobre juego. Todos recordamos las críticas sufrió el gran Rafa Nadal por prestar su imagen a una empresa destinada al juego.
- Se va a establecer un control parental para impedir que los menores puedan acceder a plataformas de este tipo. Las empresas de juego y los casinos online son las primeras que no desean a menores entre sus filas, ya que son totalmente conscientes del problema que supone el juego sin control. El juego responsable es una cuestión de impacto para todos y una verdadera prioridad para las empresas del sector.
- Igualmente, también habrá cambios en materias tributarias. Con ello, se pretende evitar que exista fraude fiscal o un pago de impuestos menor. Serán también las Comunidades Autónomas las que estén en la obligación de informar al Ministerio de Economía y Hacienda sobre sobre los impuestos que reciben de las empresas de juego.
En todo caso, y a pesar de estas severas restricciones en materia publicitarias y fiscales, el sector del juego en España sigue despertando un gran interés. Se trata de una manera totalmente lícita de practicar actividades lúdicas y que pueden reportar un beneficio económico a quien la práctica. La clave de todo es tener capacidad de control para saber que el juego es simplemente una manera de pasar un buen momento, no una fuente de ingresos recurrentes. Y las empresas del sector nunca han cejado en su empeño de informar sobre los riesgos del juego cuando éste se realiza de manera totalmente anárquica y sin control. Para el sector no queda otra que acatar esta nueva normativa y saber adaptarse a este nuevo escenario.