(EP) – El Gobierno de Cuba ha convocado este lunes al encargado de negocios de Estados Unidos en la isla, Timothy Zúñiga-Brown, para trasladar la protesta de La Habana por las «alegaciones engañosas» contenidas en el último informe sobre Derechos Humanos publicado por Washington, documento que salió a la luz el 30 de marzo.
El Ministerio de Exteriores cubano ha indicado en un comunicado que el director general de la cartera a cargo de Estados Unidos, Carlos Fernández de Cossio, ha convocado a Zúñiga-Brown, «a quien trasladó el rechazo a las alegaciones engañosas y politizadas que sobre Cuba realizó el informe del Departamento de Estado sobre Derechos Humanos de 2020».
«Fernández de Cossío señaló al diplomático que el Gobierno de los Estados Unidos se aprovecha de modo oportunista de un tema tan sensible como los Derechos Humanos para su política de agresión contra países que no se subordinan al Gobierno estadounidense, y que defienden el derecho soberano de sus pueblos a la libre determinación», ha agregado.
Así, ha desvelado que Fernández de Cossio ha trasladado a Zúñiga-Brown que el informe «es arbitrario y unilateral» y «se caracteriza por alegaciones e imputaciones que faltan a la verdad», antes de agregar que, en el caso de Cuba, «repite calumnias que grupos políticos de Estados Unidos, con posiciones extremas contra Cuba, han formulado durante años como pretextos para la promoción de acciones hostiles y la imposición de medidas económicas coercitivas dirigidas a perjudicar el nivel de vida de la población cubana y castigarla por su respaldo al sistema político, económico y social que el país ha escogido libre y soberanamente».
Por otra parte, ha comunicado que «las violaciones flagrantes y sistemáticas de los Derechos Humanos en Estados Unidos y por parte del Gobierno de ese país son conocidas y están documentadas», entre ellas «racismo, xenofobia, brutalidad policial, tortura a prisioneros, encarcelaciones prolongadas, uso de cárceles secretas, antisemitismo, macartismo y otras formas de intolerancia religiosa e ideológica».
«A ello se agregan los asesinatos extrajudiciales en varias partes del mundo y las detenciones arbitrarias y prolongadas de personas inocentes», ha manifestado el Ministerio, que ha incidido en que «Cuba goza de prestigio internacional en el ámbito de los Derechos Humanos».
En esta línea se ha expresado el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, quien ha rechazado igualmente las «alegaciones engañosas y politizadas» del informe a través de su cuenta en la red social Twitter. «El informe, oportunista, arbitrario y unilateral, falta a la verdad. Instamos al gobierno de Estados Unidos a cesar su campaña de descrédito e injerencia», ha zanjado.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ya había calificado como una «indigna, inmoral y mentirosa acusación» la mención a Cuba realizada en el informe anual sobre Derechos Humanos por el Departamento de Estado de Estados Unidos. «Acuden a la infame retórica de siempre para calumniar a una isla heroica que sufre bloqueo criminal impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, causando enorme daño al pueblo cubano», señaló.
En el informe elaborado por el Ejecutivo estadounidense se acusaba a Cuba de haber aprovechado las restricciones impuestas durante la pandemia para aumentar las detenciones arbitrarias, los allanamientos ilegales de vivienda y los juicios simulados.