(EP) – El Gobierno de Sudán ha decretado el estado de emergencia en el estado de Darfur Occidental tras los últimos enfrentamientos intercomunitarios en la ciudad de Al Geneina, que han dejado al menos 40 muertos, según el último balance facilitado por Naciones Unidas sobre la situación.
El Consejo de Seguridad y Defensa de Sudán, encabezado por el presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdulfatá al Burhan, ha mostrado su apoyo a la decisión de las autoridades y ha pedido a las fuerzas de seguridad que adopten medidas para poner fin a las disputas tribales.
Asimismo, el ministro de Defensa, Yasín Ibrahim Yasín, ha anunciado la formación de un comité para abordar las violaciones del acuerdo de paz firmado en octubre de 2020 entre el Gobierno y una coalición de grupos armados, tal y como ha recogido la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha indicado en su informe que los enfrentamientos han estado protagonizados por miembros de la comunidad masalit e integrantes de tribus árabes nómadas, antes de agregar que la situación «sigue siendo tensa», debido a que ambas partes «están movilizando sus fuerzas».
Así, ha manifestado que durante la tarde del lunes «se escucharon disparos en los barrios de Hay Aljabal y Al Jamarik», antes de agregar que «las operaciones humanitarias han sido suspendidas y los vuelos humanitarios han sido cancelados hasta que mejore la situación de seguridad».
«La ciudad actúa como un nudo para la entrega de ayuda y más de 700.000 personas están afectadas por este deterioro de la situación de seguridad», ha apuntado la OCHA, que ha achacado el repunte de la violencia al asesinato el 3 de abril de dos miembros de la comunidad masalit.
El balance de la OCHA es superior al facilitado el lunes por el Comité de Médicos de Darfur Occidental, que indicó a través de su cuenta en la red social Facebook que los enfrentamientos en Al Geneina se habían saldado con al menos 18 muertos y más de 50 heridos.
La ciudad fue escenario en enero de unos enfrentamientos entre miembros de la comunidad mesalit y de tribus nómadas árabes que se saldaron con la muerte de cerca de 140 personas y cerca de 200 heridos. El estado de Darfur Sur fue escenario también de combates intercomunitarios en esas fechas que dejaron otros 200 muertos.
Los incidentes tuvieron lugar después de que el Gobierno y los grupos armados firmantes del histórico acuerdo de paz de octubre de 2020 acordaran desplegar una fuerza conjunta a raíz de la retirada de las tropas de la Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID).
La región de Darfur ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del citado acuerdo de paz, que intenta poner fin a los combates que estallaron en 2003, que han dejado al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
El expresidente Omar Hasán al Bashir, así como otros altos cargos durante su mandatos, son buscados por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad en el marco de este conflicto.
Darfur es una de las regiones más pobres de Sudán, con tasas de pobrezas superiores al 65 por ciento en Darfur Central, y cerca de cinco millones de personas han recibido ayuda humanitaria en la zona entre enero y septiembre de 2020, según datos de la OCHA.