Berlín, 3 sep (dpa) – Alemania, Francia e Italia firmaron una declaración conjunta en la que piden reformar el actual sistema europeo de asilo, según recoge el documento al que tuvo acceso hoy la agencia dpa.
El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, su homólogo francés, Laurent Fabius, y el italiano Paolo Gentiloni piden una «mayor solidaridad» y una «distribución equitativa» de los refugiados entre los países de la Unión Europea (UE).
«La llegada de refugiados no puede ser un motivo para que se den las condiciones humanitarias catastróficas que hemos visto en las últimas semanas. Por lo tanto, necesitamos procedimientos e instituciones coordinadas, así como normas comunes en Europa», dice el documento de cinco páginas.
La declaración, que insta asimismo a una política de retorno más eficiente para aquellos refugiados que llegan a Europa de forma ilegal, fue remitida a la alta representante para Asuntos Exteriores de la UE, Federica Mogherini, para su debate en la reunión informal de ministros de Exteriores de la UE el viernes en Luxemburgo.
Asimismo, el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, instó a tener en cuenta las tasas de desempleo de cada país o las políticas previas para gestionar la inmigración en el reparto de los refugiados.
En una entrevista que publica hoy el periódico alemán «Die Welt», García-Margallo aseguró que los dos criterios que menciona «no están suficientemente considerados».
Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, firmó un comentario que publica hoy el periódico alemán «Frankfurter Allgemeine Zeitung» en el que critica la «política errónea de inmigración» de la UE y la falta de protección de sus fronteras.
Sobre la valla que construye en la frontera con Serbia, Orban escribió: «La valla es importante. No lo hacemos por diversión, sino porque es necesario».
El primer ministro húngaro se reunirá hoy con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para hablar sobre el problema de los refugiados. Hungría pide 8 millones de euros (unos 9 millones de dólares) de fondos de emergencia de la UE para afrontar la llegada de refugiados.