A mediados de los años noventa, un investigador privado se involucra en un caso de complejas aristas. Durante la investigación, y tras entrevistarse con diferentes personas implicadas en los hechos acaecidos en torno a su desaparición, descubre las diferentes caras del fascismo, tanto de índole militar como social. Un recorrido que le hace enfrentarse también con sus orígenes y el recuerdo de su padre, un soldado alemán que combatió contra su país durante la Segunda Guerra Mundial.
“Un fuerte calambre en la pierna derecha lo hizo volver al mísero mundo. No era un hombre joven. Tampoco exactamente viejo. «N’il messo del camino de nostra vita me he perdido en la selva oscura…», balbuceó en cocoliche, con burla y algo de tristeza, recomponiendo su cuerpo nuevamente y bajando las piernas del escritorio. Leyó rápidamente la correspondencia consistente en estados de cuentas, facturas vencidas y folletos de propaganda invitándolo al maravilloso mundo del consumo. Con fastidio, al mejor estilo de Jordan, fue tirando uno a uno los papeles al basurero y no se rindió hasta llenarlo de modernos electrodomésticos, computadoras de última generación y magníficos autos cero kilómetros. Observó los papeles arrugados y las torneadas piernas de una modelo promoviendo idílicos programas para adelgazar y conservar la eterna juventud; viajes exóticos donde los leones te lamen la mano y las batucadas folclóricas te danzan el baile del ombligo a la luz de una luna que ni siquiera Gaugin pudo imaginar…” (Fragmento de La dama vestía de azul, La Equilibrista, 2020)
Helmud Krauss es un investigador privado en un país aleatorio del sur de América latina en el año 1996. Recibe la visita de una señora, Noemí Zanjahonda, que le pide investigar la desaparición de su hija Marcela en 1977, cuando esta tenía 25 años, en plena dictadura militar. Helmud al principio es reacio a investigar algo de esa época porque, pese a la democracia actual, lo cierto es que todo lo referente a esa época es tabú y no se han rendido cuentas.
Para la investigación tiene como inestimable colaboradora a su entrañable madre, una anciana que fue, en su época, todo un referente en las Jefaturas judiciales y policiales, de modo que tiene innumerables contactos y amistades por todas partes.
Noemí lo insta a hablar con su abogado para cualquier cuestión, porque ella tiene que volver a España, donde vive ahora, y no tendrán más contacto que el abogado. Helmud descubre en su investigación, gracias a la madre, que dicha empresa, dedicada la medicina, fue intervenida y acusada de ser una tapadera de conductas subversivas de izquierda. Y tiene acceso a una hoja de detención en la que aparecen los nombres de las personas que trabajaban allí, salvo el de Marcela y el de otra persona.
“Helmud hacía años que estaba alejado del american way of life y, a ciencia cierta, ignoraba el porqué de esa actitud ajena al consumismo, ya que nunca había elaborado al respecto ningún pensamiento crítico que justificara ese comportamiento. Su vida, simplemente, tomó otros carriles y, cuando quiso darse cuenta, había sido absorbido por necesidades distintas al propuesto por el circo americano. Entregado a un trabajo poco común, sus tiempos no coincidieron con ese mundo aparentemente tan maravilloso.
Con la paciencia cultivada por quien no tiene apuro, armó el primer tabaco del día. Fumaba Peruano, y armar el cigarro con sus propias manos le producía un extraño placer.” (Fragmento de La dama vestía de azul, La Equilibrista, 2020)
Arturo Castellá Lorenzo nació en Rocha (Uruguay) en 1949, es periodista y artista plástico y, como tantos jóvenes de su generación, fue preso político entre 1972 y 1981. Es autor de numerosos relatos y novelas, algunos de los cuales han merecido galardones de ámbito internacional, y ha realizado varias exposiciones de su obra pictórica en lugares como el Museo de la Memoria de Montevideo, la Galería Lua, el Mume o el Taller Bolinche.
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